Tres corazones una relación, recuerdos perdidos ❦ SEGUNDO LIBRO

Capitulo 56 ❦ Elizabeth / El Peligro

Ya se había hecho de noche, el piso en el que estaba se había quedado extrañamente silencioso y estar sola me ponía incomoda.

Evan me había hecho compañía pero le dije que se podía ir a casa ya que me darian el alta pronto, Ethan no había estado mucho por aquí porque a todos nos ponía muy nerviosos el hecho de que estuviera mirándome en una cama de hospital y eso le afectará de alguna manera, asique el tampoco estaba presente, Kayla había hecho un gran escándalo cuando le dije que también debía irse a casa pero era lo mejor, ella debia estar con su madre que al fin estaba mostrando señales de recuperación, estaba siendo capaz de mantener una conversación y mostrar interés en ella, incluso había salido a regar las rosas de la entrada, no quería que Kayla se perdiera de un solo momento, yo me arrepentía de no haber pasado mas tiempo con mi madre.

Me sentía incomoda y quería respirar algo de aire fresco asique me levante.

Al salir de la habitación una enfermera me paro en seco.

- ¿Qué hace levantada a estas horas? - me preguntó, se veía cansada y algo molesta, creo que entendía que estaba teniendo una noche agotadora, se esforzó por no levantarme la voz ni hablarme de manera descortés pero se notaba que estaba al límite

- No puedo dormir...queria salir a tomar aire fresco...- ella suspiro

- Por favor vuelva a su habitación...- comenzó a decirme pero alguien nos interrumpió

- ¿Qué sucede? - era el oficial que hacía guardia fuera de mi habitación, me preguntaba dónde estaba pero por la forma en que se arreglaba el pantalón suponía que en el baño

- Quiero caminar un poco, no tengo sueño y estoy aburrida - dije - serán solo unos minutos...

- Ayúdeme por favor - la enfermera se pasaba compulsivamente las manos por el cabello

- Yo puedo acompañarla...- dijo el oficial - Así estará segura y usted más tranquila

La enfermera suspiro pero asintió.

- Pero debe usar la silla de ruedas - eso me molesto

- ¿Por qué? - dije suspirando

- Solo hagalo - me susurro el oficial - después yo la llevo y usted camina...

- De acuerdo - dije volteando los ojos

Nos dio la silla y me sente, el oficial le sonrió a la enfermera asintiendo y nos alejamos lentamente.

Cuando dimos vuelta en una esquina me levante y me disponía a tomar la silla para llevarla yo pero el negó.

- Así está bien, yo la llevo - asenti

- Gracias - comencé a estirar mi cuerpo, sentí que cada hueso de mi cuerpo trono

- ¡Auch! - dijo el, sonreí

- Ni que doliera - le dije

- Lo sé, pero es lo que uno normalmente expresa cuando escucha ese sonido

Caminamos en silencio un rato. El hospital de noche realmente me ponía los nervios de punta, se escuchaba uno que otro grito o chillido y a pesar de la gran cantidad de luces no parecía que se iluminará completamente el lugar, entonces sono como una radio distorsionada y eso me hizo dar un brinco.

- Lo siento - dijo el oficial - es mi radio...

Los acelerados latidos de mi corazón que escuchaba en mi oído no me dejaban escuchar muy bien pero entendí lo que dijo y solo levante mi pulgar mientras trataba de recuperarme del susto y del casi paro cardíaco.