Tres corazones una relación, recuerdos perdidos ❦ SEGUNDO LIBRO

Capitulo 14 ❦ Elizabeth/ Heridas Internas

¿Sabes lo que es amar a alguíen y dejarlo ir?

Se siente como si arrancarán el corazón de tu pecho y lo desgarraran frente a ti, en mi vida jamas pensé que sintiera eso tan frecuentemente y sin parar por tanto tiempo.

Cuando murió mamá fue como si tomarán mi corazón y lo aplastaran contra el suelo, cuando debí decirle adiós a mi hermana y a mi sobrina fue como verlo desandrandose en el suelo aún latiendo pero sin esperanza.

Y entonces perdí a los gemelos, fue como si mi corazón se hubiera quemado frente a mi volviéndose cenizas, solo quedaron rastros de lo que alguna vez fue.

Mi vida era más o menos así ahora, no hacía más que dormir, comer y pintar, con suerte recordaba respirar, de vez en cuando recordaba que debia revisar mi buzon de correos y cuando lo hacía encontraba esas raras cartas sin sentido, me rendi en tratar de averiguar de quien eran.

Me desperté en el sofá de mi casa, mi cabeza dolía un mundo y el estómago me daba vueltas, cuando vi en el suelo una botella de vino vacía y como seis latas de cerveza note porque.

- Genial...tengo el hachazo - no lo pensé demasiado para correr al baño y dar vuelta mi estómago ahí

Algo positivo, no debía sujetarme el cabello.

Me senté en el piso del baño recapitulando todo lo que había sucedido la semana pasada, les había dicho a los gemelos que no debían saber nada del accidente y tampoco nada de Elizabeth, por algún motivo la existencia de Ally se volvió la protagonista en mi mundo, de repente ella estaba presente y Elizabeth desaparecía por completo, tal vez es que ya está demasiado rota para ser parte del mundo real.

Mi celular vibro en la mesa del comedor, fui tambaleándome hasta allá y vi el nombre, golpee mi cabeza con mi palma.

- Sábado por medio...- conteste

- Elizabeth Carter - su voz daba miedo, suspiré

- Kayla - mire la hora - todavía me quedan veinte minutos

- Solo veinte, de todas maneras - escuche que tocaban la puerta - ven a abrirme, tienes diez minutos para arreglarte

Volví a suspirar. Fui a abrir la puerta.

- Será que no querías ir...- vio las latas y la botella mientras yo me desnudaba para darme una ducha - te emborrachaste

- Estoy bien - entre al baño y me di una ducha rápida

Me mire al espejo, parece que estaba más pálida que la última vez, mis ojeras algo más oscuras, me puse crema sobre el rostro y me maquille para ocultar esos rastros tan deprimentes de mi cara.

Cuando salí kayla estaba cerrando una bolsa de basura y me miraba molesta.

- Ebria - le saque la lengua y me fui a vestir

Cuando termine me cepille el cabello y los dientes.

- Estoy lista - ahora ella suspiro

La verdad es que estando así, agarrada de su cuerpo mientras conducía de camino hasta ese lugar no me sentía tan sola, Kayla ha sido mi único y gran apoyo en todo esto, después de ser abandonada por todos sentir que ella me quiere y se preocupa por mi se siente bien.

- Llegamos - abrí los ojos y suspiré al ver ese edificio

- No quiero...- Kayla tomo mis manos entre las suyas

- Se que no quieres pero...quiero que te recuperes...- baje la mirada y asenti

Al ser la única que me ha apoyado y estado a mi lado Kayla ha visto lo pero de mi, tal vez demasiado, la he dejado sufrir.