Capitulo 36 ❦ Ethan / Conversación

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Desperté en mi habitación con un dolor de cabeza del demonio, junto a mi cama había un vaso de agua con hielo y una mezcla asquerosa que se veía verde fangoso, la cura milagrosa que inventamos con Evan para el hachazo, suspiré y la bebí de un solo trago, hice lo mismo con el agua para quitarme el sabor de la garganta, me arriesgue a abrir las cortinas de mi habitación y la luz del sol me cegó, me sentí como un puto vampiro y no de los que brillan.

Maldije en voz alta y salí con una toalla en la mano.

La sorpresa me golpeó como si fuera un saco de boxeo, Elizabeth estaba apoyada en la mesa del comedor con su mano en su entrecejo y Evan a su lado con sus brazos cruzados como si rechazará la conversación, la mirada de mi hermano fue a mi pero la mujer a la que quiero tanto no se atreve a mirarme.

- Ve a ducharte...apestas - dijo Evan

Solo me atreví a asentir con la cabeza y entre al baño.

No escuchaba conversación alguna, no sabía si estaban hablando o si mi cabeza estaba tan mal por todo lo que bebí que no podía escuchar nada, al salir de la bañera pasé mi mano por el espejo para ver mi rostro, sentía un dolor punzante en mi mejilla y estaba algo roja, baje la mirada hasta mi cuello y lo vi ahí, un chupon, no tenía ni que preguntarme si lo era o no porque lo reconocía perfectamente y estaba tan marcado que casi parecía morado, mierda, recordé algunas cosas, entre ellas la chica de grandes senos sobre mi, comencé a temblar, no le tenía miedo a nadie pero temía haber cometido la mayor estupidez del mundo.

Salí con mis mismo pantalones, el ambiente había cambiado y estaba tenso, Elizabeth estaba frente a Evan con la cabeza en alto y sus manos a cada lado de su cuerpo estaban en puños, Evan por su lado parecía culpable, como si el que hubiera salido anoche hubiera sido el.

Y entonces Elizabeth se alzó y lo abrazo, lo beso en la mejilla.

Cuando se volteo hacia mí sus ojos estaban rojos, camino lentamente, sentí cada paso como una cuchilla en mi corazón, escuchaba ese sonido como si fuera la última vez que ella caminara hacia mí, me abrazo de la misma manera que abrazo a Evan y me beso en la mejilla, todo igual, en silencio y sin decir nada salió de la casa, lo último que escuché fue el sonido de la puerta cerrándose, no un portaso, fue tan silencioso, como si jamás se hubiera abierto.

Mire a Evan en busca de una explicación y solo lo encontré en el suelo, como si la vida hubiera abandonado su cuerpo.

- ¿Que pasó? - pregunté

El levantó la mirada, parecía casi decepcionado, suspiro y se levantó.

- Todavía debe dolerte la cabeza - camino a la cocina y puso el hervidor - te haré un café, termina de vestirte

Lo mire un segundo pero hice lo que me pidió, volví a mi habitación y me vestí, vi junto a mi cama una bolsa negra, la abrí, estaba mi ropa de la noche anterior y olía fatal, había vomitado, Evan debió ayudarme con eso, que mi hermano me desnudara, sacare esa imagen mental de mi cabeza.

Cuando volví al comedor el estaba sentado con una taza de café frente a él y otra a su lado, me senté en el lugar y bebimos en silencio.

- ¿Como esta tu nariz? - le pregunté, eso lo recordaba muy bien

El sonrió ligaremente

- Mejor, no se hincho, estas débil - sonreí

- ¿Y tu mejilla? - me pregunto

Me acaricie el rostro y no recordaba quien había sido.

- ¿Quién me abofeteo? - el tomó un sorbo de su café con una mirada que me decía que debía suponerlo - obvio fue una chica...

El asintió

- La misma chica que te estaba montando como a un caballo - escupi el café y comencé a toser como imbecil

- Dime por favor...que no lo hice...- El me miró y se quedó en silencio

- Te diré que no...pero no lo sé - ahora yo estaba confundido

- ¿Como no lo sabes? - le pregunté

- Cuando llegué ella te estaba montando, tu le tocabas los senos...- Evan miraba el techo con los ojos entrecerrados como si enumerara cada cosa que vio anoche - según algunas personas que te vieron la besaste y la toqueteaste en la barra, obvio con permiso de ella...

- No se puede decir eso con seguridad si estaba ebria - admití con vergüenza

- Lo mismo va para ti entonces - volteo los ojos - ambos estaban ebrios asique va para los dos

- Como sea...eso no lo hace menos horrendo...

- Lo que te puedo decir es que aunque ella estaba encima tuyo, cuando te saque de ahí...- El miró la bolsa negra que deje en el pasillo para botarla - tenías el cierre arriba...

- ¿Qué? - el me miró con una sonrisa

- Parece que ella solo se estaba masturbando contigo - dejó caer sus hombros y mi boca estaba abierta, el noto que mi ánimo seguía igual - es mejor que haber tenido sexo con esa chica hermano

- No creo que Elizabeth lo piense de la misma forma...- El miró sus manos y después a mí - ¿Ya se lo dijiste?

Evan negó

- Eso es entre ella y tu, lo siento pero yo no entro en esa discusión...- voltee los ojos

- Deberías estar de mi lado - golpeó la taza contra la mesa

- ¡Estoy de tu maltido lado! - ahora se veía enojado, se parecía más al de antes - ¿Por qué crees que Eli se fue y no fui tras de ella?

- No entiendo - el suspiro

- Eli me pregunto detalles sobre anoche pero no le dije ninguno, solo que no hubo sexo, nada más - se levantó y dejó la taza en el lavaplatos

- Pudiste ayudarme un poco más - le dije

Volvió hacia mi y me golpeó en la cabeza un manotazo que, estaba seguro habia intentado ser ligero pero me hizo rebotar el maldito cerebro.

- Te ayude - se sentó de nuevo - te fui a buscar a ese estúpido bar, te busque en cada puta habitación sexual que había en ese lugar, vi cosas hermano...- se que era un chiste pero enserio sus ojos se desenfocaron por un segundo - que ningún ser humano debería ver...te juro que los trios se sintieron como simple juego de mesa junto a las locuras que vi - se masajeo el cráneo

- Entonces...

- Le dije eso y solamente eso le diré...ella dijo que...- sonrió recordando su rostro, lo entiendo - que no preguntaría más...que entre los hermanos deben apoyarse y no tomar partido...asique lo pensó...y se fue, eso es todo

Genial, básicamente mi hermano me apoyaba pero no se entrometeria, tenía que hablar con Elizabeth yo mismo y solucionarlo, la presión estaba sobre mi porque que mi hermano dijera eso y no le dijera mas era que si la relación seguía o terminaba caería sobre mi, el odio de mi hermano si esto terminaba y el dolor de perderla, esta vez la había cagado totalmente y habría concecuencias muy grandes.

Tres corazones una relación, recuerdos perdidos ❦ SEGUNDO LIBROWhere stories live. Discover now