Capitulo 20 ❦ Evan/ Sin Respuestas

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Paseabamos por la galería, la verdad yo no entendía nada, los cuadros de Elizabeth me transmitían un montón de sentimientos, despertaban mis sentidos, era como verla reflegada en ellos pero estas pinturas me parecían huecas y vacías, será que la creatividad y la pasión mueren después de cierta edad, miraba el rostro de Elizabeth mientras pasaba de un cuadro a otro, se tomaba su tiempo con cada uno pero con ninguno sonreía era casi como si evaluará a su competencia y ella estuviera perdiendo, no sabía que veía en ellos pero creo que ella hubiera preferido estar en la playa surfeando y golpeándose antes que estar en esta aburrida galería.

Bostece por un segundo cuando Ethan me golpeó con su codo en las cosillas.

- ¿Que te pasa? - le pregunté en un susurro

- Contente...- me respondió susurrando también

- Pero es que...- miraba todo a mi alrededor y solo me venía una palabra a la mente

- Aburrido - dijimos ambos al mismo tiempo

Nos miramos y suspiramos, sabíamos que era aburrido pero lo hacíamos por Elizabeth, no habíamos hecho algo a su gusto en todo el viaje y queríamos que disfrutará al menos la última semana o nos sentiríamos culpables.

Pasaron diez minutos cuando le dimos la vuelta a la galería, no sabía si había sido rápido o lento, no tenía idea de cómo se hacían estas cosas, salimos del lugar a la calle, Elizabeth tomó aire y exhalo sonoramente.

- Eso fue...- la escuchamos hablar - aburridisimo...

La miramos con los ojos abiertos.

- ¿En serio? - le pregunté

- Si, Dios mío - comenzó a rascarse la cabeza- se que debería mostrar respeto por mis compañeros artistas pero eso fue horriblemente aburrido, me dan ganas de no volver a entrar a una galería nunca más...

Ambos suspiramos de alivio, genial, no éramos los únicos aburridos con todo esto.

Elizabeth prefirió ir a hacer surf como había pensado yo al principio, se cayó un par de veces pero aprendió rápido, se veía muy divertida y orgullosa cuando pudo remontar su primera ola, era pequeña pero pudo bajar sin caerse.

Volvimos al hotel tarde y con mucha hambre cubiertos de arena pero sin parar de reír, todo mi ser transmitía alegría a mi alrededor incluso Ethan no podía dejar de sonreír, daba miedo verlo con una sonrisa tan real.

Casi me dolía el rostro de tanto reír, llegamos a ducharnos, cuando intente entrar al baño con ella me encontré con que estaba con llave, me dio una depresión tremenda además de ganarme la mala cara de mi hermano por no poder hacer lo mismo en lo que yo pensaba.

Nos quedamos solos en la habitación en lo que Elizabeth se bañaba y siempre después de la playa se toma a sus buenos diez minutos para relajarse y quitarse toda la arena de encima.

Observe a Ethan mientras estaba en el balcón mirando a lo lejos, no estaba seguro de que miraba pero se veía absorto en sus pensamientos.

- ¿Que haces? - le pregunté llendo al balcón con el

Pensó un rato antes de responder mientras respiraba profundamente y dejaba salir el aire.

- Evan...¿No te sientes raro? - baje la mirada un poco

Fui a su lado y me apoye en la barandilla.

- ¿A que te refieres? - le dije

- No puedo evitar pensar en si...asi era antes...- lo mire fijamente pero el no me devolvía la mirada - ¿Pasábamos el tiempo así con ella? ¿Reíamos así? ¿Así nos recuerda ella?

Mire al interior del apartamento, se escuchaba el agua cayendo en la ducha.

- Si...me lo he preguntado pero quiero evitarlo, no quiero saber la respuesta a eso creo...- respondí honestamente, mi hermano y yo tenemos las mismas ideas más seguido de lo que me gustaría admitir

- Yo tampoco...me asusta pensar que tal vez la imagen que ella tiene de nosotros es distinta a la que ve ahora...que la estamos decepcionando - Esa idea hizo que se me acelerará el corazón

- Esa idea puede ser para nosotros también - dije - tal vez a ella también le asusta la idea de que la veamos de manera distinta a como lo hacíamos, que no la tratamos igual... que no la queremos con la misma intensidad de antes...

- La diferencia es que ella puede evaluar eso- Ethan y yo al fin nos mirábamos a la cara - ella si nos recuerda y creo que puede ser capaz de notar la diferencia...yo no estoy seguro...se que en este momento la quiero mas de lo que he querido a cualquier otra chica

- Yo también...- acepte - mi corazón se acelera cada vez que pienso en ella y ahora que la hemos llegado a conocer...otra vez, siento que este sentimiento es genuino, la quiero...

Ambos nos quedamos en silencio, pensábamos igual, teníamos las preguntas pero no queríamos las respuestas, quizá nos da miedo que ella llegara a dar fin a todo esto porque se dio cuenta de que no es lo mismo que antes, esos pensamientos se alejaron rápidamente cuando ella salió de la ducha, otra vez rodeada solo de una toalla, su cabello seguía húmedo, cuando nos volteo a ver al balcón nos sonrió y sus mejillas se sonrojaron levemente, esas pequeñas cosas quería que se mantuvieran tal cual estaban, que siguiera siendo tímida así, que siguiera sonriendo con nosotros.

Entramos en silencio, ella elegía que ropa ponerse pero no le dimos mucho tiempo de mirar, la abrazamos de cada lado de su cuerpo, sentía con mi cuerpo solo se le aceleraba el corazón y como su temperatura corporal comenzaba a elevarse.

- ¿Que hacen? - nos preguntó en un susurro - ya dije que hoy no...

- Tu cuerpo no está de tu lado...- dijo Ethan, yo sonreí

- Tu corazón late como loco...- le dije

Su cuerpo tembló ligeramente mientras la acariciabamos.

Por supuesto que todo termino con nosotros en el baño y ella enfurruñada encima de la cama, obviamente no hicimos nada, nos ganó con sus palabras: si me arrepiento de mis palabras ahora ustedes pensaran que no tengo fuerza de voluntad y si que la tengo... Mucha fuerza. Nos saco la lengua y nos metimos a la ducha.

Al salir Elizabeth ya estaba vestida con unos shorts de tela negra casi transparente y con un top blanco, siempre parecía que su paleta de colores para vestirse era básicamente blanco y negro, me preguntaba si eso era porque le gustaba o porque...seguía de luto, al igual que muchas otras preguntas que quería hacerle, me daba miedo saber la respuesta.

Este viaje además era una distracción para ella, para dejar ir un poco esos meses en los que estuvo deprimida. Esa línea de pensamientos me llevó a otra, algo que ni a mi hermano ni a mi nos daba animo consultar, como el hecho de que siempre cargaba con ella un tubo con pastillas para dormir, antes de salir lo tomaba entre sus manos y después lo dejaba en su lugar, o como miraba el alcohol, como siempre parecía querer ahogarse en el, me preguntaba si era por nosotros que estaba algo más calmada, más relajada. Me alegraría mucho si fuera así, significa que le ayudabamos, por poco que fuera, a recuperarse.

Tres corazones una relación, recuerdos perdidos ❦ SEGUNDO LIBRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora