Capítulo 50 : Guerra liberal

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Capitulo especial:
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Un adulto joven caminaba apresuradamente entre las calles deterioradas y edificios maltrechos, su aspecto era considerablemente mejor que la de el resto de personas que por ahí habia transitando, pero lo que coincidía con todos era que al igual que sus semejantes, Él vestía con una ropa descolorida y rasgada en varias partes, pantalones, camisa, abrigos con capucha, botas para terrenos áridos y una bufanda con la que se cubrían desde la nariz hasta el mentón, principalmente para evitar respirar todo el aire tóxico del exterior.

Este muchacho llevaba cargando entre sus brazos a una niña cuyos signos vitales estaban por desaparecer, ella ya no tenia cabello por eso lo cubría con un pañuelo, tampoco tenia su brazo derecho y le faltaban varios dedos de su mano restante, el sujeto aceleró el paso al notar como la pequeña iba desfalleciendo poco a poco, sus fuerzas ya no daban ni para sostenerse a ella misma por lo que sus brazos y piernas colgaban de su cuerpo.

- Vamos pequeña, resiste, yo se que puedes – decía el joven en un intento de reanimar moralmente a la niña.

La infante no pudo responder pues ya se hallaba fuera de si, Él solamente aceleró aun mas el paso hasta llegar a uno de los tantos edificios en ruinas, se interno de manera apresurada hasta dar con una sala en la que estaban reunidas unas 7 personas, estas estaban equipadas con trajes anti-radiación.

- Por favor, díganme que pueden salvarla – rogó el muchacho aun con la infante en brazos.

- Ponla sobre la camilla – pidió una mujer adulta que se puso de inmediato a atenderlo.

- ¿Pueden reanimarla? – preguntó el joven en un tono afligido luego de haber obedecido a la petición.

- Haremos todo lo que podamos – le respondió un hombre algo avanzado en edad quien de inmediato se puso a revisar a la niña.

- Gracias, de verdad se los agradezco – mencionó el sujeto recibiendo esa pequeña esperanza.

El joven estaba por retirarse para dejar que los médicos de su clan hicieran su trabajo sin interrupciones, sin embargo cuando ya se hallaba afuera del viejo edificio un voz lo detuvo al llamarlo por su espalda.

- Oiga, espere un momento – pedía aquel voz que pertenecía a una chica que parecía ser de su edad.

- ¿Qué sucedió? – preguntó el muchacho con algo de temor pues habia supuesto que algo malo pasaba.

- Vamos a necesitar un poco mas de su sangre – respondió la chica con algo de vergüenza, a su vez que le mostraba el equipo para dicha tarea.

- Ah, si claro.....tome la que necesiten – dijo este clamándose, pero de todos modos su voz se oía apagada.

Él levanto su brazo y la joven doctora le extrajo la sangre, una vez que tuvo la necesaria le colocó un bandita en la zona para evitar el sangrado, la chica agradeció y entro apresuradamente al mismo edificio del cual habia salido, así mismo el chico retomó camino y se alejo a paso lento.

Conforme avanzaba miraba a su alrededor en donde podía ver a varios miembros de su clan, el joven los miraba con tristeza y con algo de culpa, pues a la gran mayoría, por no decir a todos, les faltaban partes del cuerpo, las mismas que estaban reemplazadas por prótesis mecánicas que yacían fusionadas a las articulaciones para imitar el movimiento de la mejor manera, solo los niños no usaban las prótesis ya que no eran aptos para resistir dicho procedimiento de acoplamiento.

¿Segunda Oportunidad?Where stories live. Discover now