Capítulo 42 : Represión

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Lincoln y Lisa observaban la enorme implosión y la gran nube de polvo desde una distancia segura, habían logrado salir a tiempo, solo tenían uno que otro rasguño y heridas superficiales, lástima que los capos no habían corrido con la misma suerte, ellos se habían quedado a batallar para ganar tiempo que los hermanos usarían para escapar, incluso Uriel tuvo que adelantarse a detener al segundo terrorista a costa de su propia vida.

El par regreso a la zona de combate una vez que la nube de humo se disipo, ahí se encontraron con dos montones de escombros en el piso donde antes se encontraban los edificios, había cuerpos regados por todo el piso, todos estaban muertos a excepción de ellos 4, el olor a quemado era muy presente y con cada segundo que pasaba se hacia mucho peor.

- Vámonos...hemos terminado aquí – dijo Grimm dando media vuelta y caminando hacia donde escondieron el vehículo.

Nadie objetó nada, solo se dispusieron a caminar tras de su jefe a paso lento, el otro vigilante caminaba aun mas lento ya que este estaba herido, tenia varios roces de disparos y unas cuantas balas incrustadas, de no ser por el traje el también hubiese compartido el mismo destino que el resto de sus compañeros.

Lincoln se compadeció de Él y le ayudo a caminar, ya que por lo visto su jefe no parecía importarle, ni siquiera se había inmutado por la pérdida del resto del equipo, ellos podían seguir vivos pero ni aun así quiso siquiera comprobarlo.

Como la noche apenas empezaba la capacidad de visión era muy limitada a falta de iluminación, ya llevaban casi un día entero sin energía eléctrica pero el par de hermanos apenas y lograron descubrirlo ahora al ver como toda la cuidad se encontraba en la completa penumbra, con razón nadie salió a ver el escándalo que habían provocado, de la masacre que se había hecho a sus manos.

Cuando abordaron el vehículo y pasaron muy cerca de donde antes habían batallado, los hermanos empezaron a abrir los ojos ante la realidad, se dieron en cuenta del poder destructivo que la organización tenia, su equipo era mucho menor en número pero aun así se habían levantado sobre el rival, fueron conscientes de que habían matado a sangre fria a varias personas cuando lo ética y humanamente correcto hubiese sido tomarlos presos.

Su visión sobre el respetable jefe que tenían ahora flanqueaba demasiado, era Él quien daba las ordenes para toda acción que ellos hacían, y el nulo interés que mostraba ante las muertes provocadas tanto por aliados que por enemigos solo hacia mas evidente tener desconfianza ante Él, y si Uriel tenia razón sobre que todos lo que Grimm hizo para su beneficio, este ultimo podría estar involucrado con mucho de los crímenes de los últimos años.

Ninguno de los dos hermanos pegó ojos durante el resto de la noche, mientras su jefe conducía y su compañero sobreviviente descansaba en el asiento de copiloto, los Loud se encontraban algo paranoicos vigilando a que Grimm no haga algún movimiento sospechoso, solo para darse en cuenta que era Él quien los vigilaba a ellos usando el espejo retrovisor de manera frecuente mirándolos cada vez que se movían.
 
En definitiva, algo escondía Grimm, algo que no debía ser nada bueno.
 
Pero ahora no era el lugar ni el momento adecuado para confrontarlo, estaban en medio de una carretera con el alto sujeto manejando a una velocidad vertiginosa, una discusión podría significar la perdida de control del vehículo y ende un accidente del cual no saldrían vivos.

Tampoco es como si estuviesen con la disposición para hacerlo, tenían muchas cosas circulando por sus mentes, necesitaban tiempo para procesar la  avalancha de ideas y quedarse con bases sólidas para exponer ante su jefe, de lo contrario sabían que Grimm les contestaría cualquier cosas de inmediato, desde que lo habían conocido notaron que era un pensador rápido que siempre sabia que decir a su favor, alguien muy seguro de si mismo a quien, en lo personal, jamás habían visto perder los estribos.

¿Segunda Oportunidad?Where stories live. Discover now