11 : Enemigos

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Anna

Tus enemigos no son las personas, no tiene carne, tampoco huesos, no los puedes ver ni tocar.

Lo invisible es tu enemigo.

Johan

¿ qué es lo invisible? No sabría decirte solo que tu espíritu lo siente y te alerta.

Faltan solo dos semanas para que me vaya, al principio la noticia sería muy buena, pero ¿ahora? Ahora no quiero irme, aquí soy yo, el Johan auténtico, no quiero que eso se pierda.

Lucia miraba una, otra y otra vez a la ventana, Morena cocinaba y Anna la ayudaba, Soledad y Daniel habían ido a comprar algunas cosas; Emanuel no paraba de caminar de un lado a otro, mientras que Leonel y yo lo veíamos desde el sillón azul de terciopelo, él comía una fruta intentando que el jugo no ensucie su ropa.

— se han tardado mucho— seguía de aquí para allá, mientras que movia sus manos con nerviosismo.

— ¡detente! Mareas mucho — dijo Leo levantando su vista hacia él.

— tranquilo Emma no les sucederá nada — no tenía la certera absoluta pero quería calmarlo.

— tienes un poco de razón, Johan — respondía mirando el reloj de la pared, al cabo de unos segundos suspira —están bien.

El frío del otoño era algo hermoso de admirar, las hojas bailando con el viento y el color de dichas eran una obra de Dios para apreciar, todo hubiera sido perfecto esa tarde. Hubiera pero no, no lo fue.

Unos pasos de alguien se detienen cerca de una pared y se escucha un golpeteo, eran cuatros golpes finos pero audibles. Militares esa era la palabra y al parecer estaban cerca.

— Johan, ven conmigo — pero antes de que me esconda por así decirlo, oímos golpes más fuertes, esta vez eran cinco y venían del mismo lugar.

— atraparon a alguien — susurra a mi lado Anna, mis piernas no se movían y bajé mi cabeza, lágrimas querían caer pero se quedaron ahí.

Luciana se coloca en la ventana y llega a oír lo que dice el muchacho.

— hola — dice su voz ronca y una sonrisa se escucha.

— ¿qué sucedió? — pregunta ella con cierta timidez.

Yo no veía nada de esa escena pero podía escuchar, ya que estaba cerca de la ventana.

— atraparon a Song — responde él —acaban de informar que las 5 p.m han de fusilar a un grupo de personas.

Pasos que se estaban alejando, se llegan a oír y esta vez el frío, se sentía, el cielo se tornó de gris, el duelo comenzó.

...

Estando cerca de una plaza, toda la gente se amontona, haciendo un círculo en el miedo, porque ahí se haría la ejecución.
Los militares tenían armas que estaban puestas en la cabeza de seis personas, cuatro hombres y dos mujeres; algunos lloran claman que son inocentes.

—¡Silencio! — pide un militar con sus manos, para que todo el gentío cierre su boca — esta tarde se nos dio la obligación de ejecutar a seis personas, todas ellas culpables de violar las leyes y de atentar contra la vida de la familia Kim— se gira para ver a los cabos, quienes aún tenían el arma esperando la orden de su jefe.

Escrito en lo Oculto ( Libro 1)Where stories live. Discover now