Escrito en lo Oculto ( Libro 1)

12: Gracia

Anna
 
  La gracia ¿ qué es?, según el diccionario, esta palabra significa que algo o alguien te agrada por  ciertas cualidades, y si esto es así...

¿ qué es el hombre para recibir gracia de Dios?.

Johan

Gracia, Dios y Jesús, en una misma oración es algo increíble; amor y salvación, todo puesto en aquel Madero, con aquellos clavos, él derramando esa sangre  la cual nos lavó, se entregó; sufrió burlas y maldición. Entrego todo por nuestra salvación. 

Y si esto no es gracia dime ¿ qué es?.

Falta una semana, ¡que rápido!, aún recuerdo cuando llegue y todo lo que era antes, mis cambios, pero ahora soy otro y he de serlo siempre.

— Johan, estas desconcertado— no recuerdo el devocional pero si se que la voz de Morena me acaba de sacar de mi mente.

— perdón, no preste atención, aún estoy preocupado— baje mi cabeza y veía mis manos en mi regazo, porque estaba hundido en mi mente.

¿ qué pensarán mi familia?
¿ qué harán conmigo?  ¿mi padre como reaccionara? .

Mi padre era un tipo culto, incluso en su vestimenta, tradiciones y vida cotidiana, servía y era leal a la familia Kim, por eso estábamos en la alta sociedad.

— Johan, tranquilo, todo estará bien— se acerca hacia mi, y pone su pesada mano, en mi hombro, giro mi cabeza y lo veo con su sonrisa, agradecía a Daniel por eso.

— lo sé, Daniel — tenía un sin fin de emociones ¿cuántas más van a surgir?.

— Johan solo dinos que te sucede— la voz dulce de Nayeon me convence de hacerlo.

Mire a cada uno, los ojos marrones de Soledad, Daniel, los ojos de color negro de Leonel y Samuel. Los ojos azules oscuros de Luciana y Anna. Los ojos avellanas de Nayeon, Morena y Emmanuel; cada uno era diferente, pero me sentía seguro con ellos.

Suspiró y esperaban a que diga algo, ese silencio era algo irrompible, pero yo quería que no exista y que no se levante una pared entre ellos y yo.

— ¿creen que ellos merecen salvación? — había cerrado mi boca, solo miraba las puntas de mis zapatos.

— ¿por qué no? — responde tranquilo Samuel, pero eso hace que me enoje, llevaba un mes o más sin tener ataques de ira.

Pegué un puñetazo al sillón y me levanté muy rápidamente de él
— ¿no te das cuenta? — grite con cólera — ellos no merecen nada, absolutamente— me di cuenta lo que dije, tomé de nuevo mi asiento y otra vez,solo veía mis pies.

— ¿ qué es la gracia Johan? — sus ojos azules profundos terminan en sus pupilas negras, Anna había dicho eso.

—según el diccionario... — Daniel me interrumpe con una tos algo jocosa.

— sin el diccionario Johan— me mira, okay igual sabia como atacar.

— esta bien, según la Biblia— Luciana me mira y aunque evado la mirada, decide hablar.

—sin la Biblia.

¿Sin Biblia y sin diccionario? Entonces con mis palabras pero aún no lo experimenté.