27: Ven conmigo.

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Daniel.

¿Cuantas veces le pedimos a Dios que hable? Capaz que entre tanto llanto y grito,le dijimos que intervenga, que se presente, que responda, más bien le exigimos que lo haga, que no nos deje porque podríamos desfallecer; ¿y si nos deja? ¿Y si lo dejamos? Si nos apartamos y nos perdemos ¿qué haremos?.

El hombre comienza a perder su fe cuando mira la tormenta.

¿Cuando se acabara esto? ¿Cuando dejare de sufrir? Son preguntas que todo nos hacemos, cuestiones que les queremos decir, porque a veces nos cansamos, nos harta y queremos tirarlo todo.

¿Por que nos hemos de enojar con Él que sabe nuestro futuro?

¿Por qué cuestionamos al que conoce todo?.

¿Por qué? Esa es una buena pregunta, es la que lleva a una tras otra, la que resuelve conflictos, la que nos da seguridad o miedo, la crea hipótesis. ¿Por qué?, ¿por qué me enojo contra ti?.

¿Por qué nos odian a nosotros?.

Anna.

  Era un lindo dia gris, sí, era gris pero algo lo hacia diferente, bastante especial.

— ¡prisionera 18!— ¿para que me buscaran ahora? Pero antes de que mi mente responda esa pregunta el cabo volvio a gritar — ¡y prisioneras 40, 45, 12 y 07!— ahora me parecía más extraño, me habían llamado a mi, a Sol, a Luci, Nayeon y Morena.

Seguimos al cabo hasta un cuarto de torturas, un poco más grande que los comunes, en el cual había un capitán, un cabo y un Teniente; las cinco nos inclinamos por respeto y estábamos preparadas para todo.

— buenos días prisioneras —exclamo con cierta extraña alegría ese Teniente— soy el segundo Teniente Han Chul- moo— al parecer quería que se nos quedase su nombre.

— buenos dias— dijo Morena  como quien le sigue la corriente tan normalmente.

— felicidades prisioneras, en el dia de hoy serán movidas a un campo de reeducación— estábamos anonadados, no nos esperábamos tal cosa.

Un soldado entra a la sala, hace el saludo militar y dice algo, que jamás olvidaré.

— señor, los prisioneros 56, 26, 34, 66, 70 y 120, ya fueron dejados en el campo de reeducación— conocia esos números y al escucharlos mi corazón dio un vuelco de alegría.

Mis amigos iban al mismo lugar que yo.

Señor, ven conmigo porque si tú no vas, yo no iré. No quiero irme sin tu presencia porque estar a tu lado nos hace bien, nos sana, nos conforta, nos da protección y seguridad de que todo saldrá bien, Dios ven conmigo. Amén.

Leonel.

Logramos cargar a Samuel en el auto, estaba muy enfermo y débil, al llegar el campo los soldados lo dejaron aparte, lo aislaron del resto, ¿que era lo positivo? Mi celda estaba al lado de la suya, así que cada noche le hablaba, le contaba de mi dia o le recitaba algún versículo.

  Él nunca perdió su fe.
A causa de eso, yo no perdí la mia, en algún momento sí paso, sí la perdí pero con él a mi lado no.

— ¿eres nuevo?— pregunta el muchacho que estaba en el otro extremo del cuarto mirándome, quien sabe desde cuando, asiento con mi cabeza y él sonríe  — José — sonríe nuevamente y extiende su mano se la estrecho y me mira de pies a cabeza.

— ¿que ocurre?— atino a preguntarle por la forma en que me veía.

— ¿que hiciste para acabar así?— suspiro pesadamente y miro mis manos algo sucias, pues ni tiempo de agarrar algo para traerlo pudimos.

— es... una historia larga— lo miro por el rabillo de mis ojos  y veo aun su sonrisa.

— pues hoy me dieron un dia libre, para que te acostumbres a mi presencia, así que cuenta esa historia.

Se la conté toda y aunque en cierta parte se disgusto, respeto y admiro mi fe y valentía, al igual que las de mis amigos. Quedo boquiabierto al ver el coraje de Johan o se entristeció al saber la noticia de Luciana, se enojo al escuchar cuando quemaron nuestras cosas, aprecio a cada uno de nosotros y creo (aunque no se si es verdad pero yo se que sí) que nos guardo en un lugar de su corazón.

— vaya... tu vida es interesante— entonces ahí se me ocurrió una idea.

— cuéntame la tuya— su aspecto cambio y agacho la cabeza como si tuviera vergüenza de contarlo, apretó sus puños y tenso su mandíbula.

— no creo que quieras saber mi historia —lo seguí mirando con cierta curiosidad en mis ojos.

En ese me acorde de Johan, él nos mira con estos ojos cuando tiene mucha curiosidad.

Al final, no lo hizo, cambio de tema drásticamente y no me di cuenta o más bien sí, para no ponerlo más nervioso seguí su corriente, algún dia lo hará, me contara y sabre todo.

Johan.

Me toco con una familia, a mi suerte, eran dos hijos y un padre, habían estado aquí desde el encarcelamiento de su abuelo esos niños se criaron aquí, sí, bajo este alambrado y sol, bajo el crudo frio y la peste, con soldados y gente, con un número y muertes, bajo todo han nacido, bajo algo parecido al mismísimo infierno han vivido.

— ¿como acabaste aquí?.

Creo que la pregunta seria ¿qué no hice para terminar aquí? Yo solo servia a Dios, yo solo creía en Cristo, algo que esta tanto en los Derechos Humanos como en la Constitución pero que claramente no existía, solo esas palabras estaban pintadas.

—¿muchacho así que eres Cristiano?—asenti y mire para otro lado esperando lo que tenga que decir — escucha no creemos en eso, somos inocentes, estamos aquí por un crimen que no hicimos ¿acaso eso es justo? Dios existe y es justo ¿por qué no nos libra?.

Suspiro pesadamente, mi cabeza dolía un poco, estaba algo hambriento, anteriormente en la otra celda había un cristiano, en esta no hay ninguno.

Mientras ellos seguian hablando, ya haciendome a un costado mi mente hizo una pregunta.

¿Por qué siento que no vas conmigo? O mejor aún  ¿por qué la gente ya no cree en ti?.

Desde  el Edén hasta hoy el mundo ha evolucionado y junto con el mundo, el hombre, un ser eterno, una persona con libre albedrío, alguien que siente y que razona.

El hombre hecho a imagen de Dios, más no es dios pero quiere serlo, ¿que te pasa montículo de tierra viviente? De polvo eres y al polvo volverás ¿por qué tan orgulloso? Todo altivez tiene después una caída, ¿por qué quiere ser Dios? Sí apenas construiste la torre de Babel con pensamientos de maldad, ahora todos hablamos idiomas diferentes.

Dios ayúdame a soportar todo...

Ven conmigo Señor, yo ire sí tú vas.

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Aahhh

Hola :)

¿Quieren pañuelos?

¿Como estan ustedes y su bello corazón?.

¿Que piensan que hizo ese José?.

¡Quiero teorias!.

Bueno... cuídensen y nos vemos la próxima semana.

Dios los Bendiga ♡

Escrito en lo Oculto ( Libro 1)Where stories live. Discover now