Escrito en lo Oculto ( Libro 1)

28: ¿qué haría Jesús?

Dire las misma advertencia, ¡AQUÍ HAY VIOLENCIA! y si eres sensible... no lo veas, pero si eres curioso y rompes esta regla, problema tuyo porque yo te advertí y tú no hiciste caso. (No me hago responsables de traumas).

Daniel.

  Muchos a la hora de hacer algo preguntamos ¿qué hago ahora? Esta pregunta nos abre la cabeza hacia la organización de planes para un posible futuro.
  Pero si todos los días nos  preguntamos ¿que haría Jesús? El mundo seria un poco diferente.

¿Qué hacia Jesús en la tierra?
Jesús comía con publicanos, hablaba con rameras, regañaba a aquellos que se creían "santos", curaba ciegos, leprosos, inválidos, sacaba demonios, resucito  muertos, daba hasta terceras oportunidades, enseñaba del reino de los Cielos y lo traía a la tierra.

¿por qué seguirlo? Como les dije el mundo seria diferente, tal vez no de color de rosa pero si un amanecer se convertiría en un evento para admirar, le podrías cambiar la vida a alguien.

¿Quieres por favor traer el Cielo a la Tierra? ¿Quieres cambiar la vida del ser humano? El mundo debe saber que somos enviados, mensajeros que anuncian a Dios y su amor, un amor Ágape, un amor que ni los locos comprenden, ¡locura para los que se pierden es este evangelio!. 

Por eso predicamos, intentando salvar las almas de ellos, arrebatamos personas al enemigo, echando demonios, dispersando serpientes y escorpiones, desatando ataduras.

Enviados, embajadores, cumplid el Reino de Papá en la Tierra.

Leonel.

— Jose, ayúdame con las maderas— él extiende sus brazos y yo se las doy — muchas gracias, llévalos a ese grupo de allá— obedece y los lleva.

Somos un dúo unido solo por un trabajo, ya les conte al resto de mis amigos sobre él, ya lo agregue a mi lista de oracion.

— ¡prisionero 52!— lo habian llamado y me pregunto por qué, no lo supe hasta que llegue a mi celda.

  Anna.

Habíamos estado cargando piedras todo el día,  algunas les dolía la espalda, a otras los pies y a mi la cabeza.

—Hye ya no doy más— dice Soledad aun picando lo que quedaba— ¿cuanto falta?

—¡sigan!— miro a Soledad y su tez estaba algo palida, podia desmayar en algun momento — ¡alto! Se acabaron las actividades —agradeci a Dios, estaba agotada, pero aun no habia acabado nuestro día.

Samuel.

Aunque estaba aislado, gracias a Leonel sabia lo que pasaba afuera.

Su rutina era distinta a la mia:

●Se levantan a las 6 a.m

●Desayunan a las 7 a.m

●los nombran por lista de números y les asignan sus actividades.

● sus trabajos son de las 7:30 a.m hasta las 9 p.m, sin descansos a veces.

● a las 9 p.m cenan.

● a las 10 p.m se tiene una charla sobre Corea del Norte, por eso se llama reeducacion se intenta reeducar a los prisioneros.

● 11 p.m se tienen que acostar.