Epilogo.

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Josue.

Estaba nevando en Estados Unidos, faltaba cuestión de horas para que sea otro año más.

Cuando estaba en mis tiempos de chico suicida, solía cortarme por un año nuevo, como queriendo acabar con mi vida pero ahora es diferente, ya no soy ese chico con Bulimia y tengo a Morena quien me ayudo a salir de esto.

El grupo de los extranjeros así le solemos decir al grupo de los cuatro, Francisco, Sara, Abigail y yo, un italiano, una peruana, una pakistaní y un español, que grupo mestizo.

— ¿alguien vio mi sudadera?— pregunté y Sara me lo tiro a la cara — no había necesidad pero gracias.

— creo que van a querer ver esto— dice Abigail y los 4 nos acercamos a la ventanas.

  Del otro lado del vidrio, sentados en la nieve admirando el cielo, con sus cabellos volando por el frío y el viento, sus sonrisas puestas en la luna que hacia que nosotros suspirando embobados nos concentramos en ellos, esos seres humanos, de alta o baja estatura que fueron instrumentos en Dios para rescatarnos de una prisión.

— es tan bello— dijimos los 4 al mismo tiempo, y al mirarnos entre nosotros reímos.

Anna.

El frío nos hacía recordar a las noches de Corea, en nuestras cabezas repasabamos recuerdos, algunos reíamos y lo contábamos, otros suspirabamos y lloraban pero siempre recordando que Dios estaba ahí pase lo que pase.

— falta poco para año nuevo— exclamó Morena la ver su reloj en cuenta regresiva— ¡quedan 28 segundos! — todos nos levantamos y corrimos hacia adentro, llamamos a nuestros hijos e hicimos un círculo alrededor de la mesa.

— 10, 09, 08— así fuimos contando hasta llegar a 0 — ¡feliz año nuevo!— exclamaciones  en distintos idiomas se hicieron escuchar, después reímos y brindamos felices.

— Johan... — me acerque a su oido y le susurre— ¿sabes? El año nuevo trae cosas nuevas— él sonrie y yo hago lo mismo— Johan... — vuelvo a decir — feliz año nuevo, futuro papá.

— ¿que? — me miro sorprendido y el resto igual— dijiste... ¿seré padre?— asiento y su cara se pone peor— yo...

— ¿,acaso no escuchas? — dice Morean algo irritada odia que repitan todo — ¡sí hombre sí serás papá! ¡por Dios Seung!— dijo en coreano y todos nos reímos.

A veces un cambio trae algo bueno y nuevo, y con mis amigos sabemos que buenos cambios hemos hecho. 

— ¿como les va haciendo el libro Escrito en lo Oculto?— asiente Leonel feliz cuando le preguntamos cómo iba el proceso del libro.

— pues bastante bien, dentro de unos meses lo podremos sacar a luz— sonrie y toma un poco más de agua — hace unos años unas cartas me llegaron, adentro de ellas y con una nota habían fragmentos de unas páginas con al letra de Samuel.

Según lo sucedido unos hermanos después de limpiar la celda encontraron esos fragmentos y lograron caer gracias a Dios en las manos del hermano del difunto.

— ponlas también en el libro, que todo el mundo conozca quien fue Samuel— él asiente y ha decido a hacerlo.

Que lindo es compartir con quienes te aprecian, con quienes estuvieron contigo siempre.

Escrito en lo Oculto ( Libro 1)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum