23: ¡Niega a Dios!.

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Anna.

En lugar de acariciar tu mejilla te golpean y te dicen esto:
Niega a tu Dios.

¿Que harás? ¿Dirás lo que te piden o mantendrás aun tu postura?.

¿Has de gritar que lo niegas? Hazlo...

Todos en algún momento dudamos de Dios.

Johan.

Estábamos tan normal, leyendo la Biblia, conversando de dicha, hasta que todo paso muy rápido.

Los militares rompieron la puerta, entraron, nos agarraron de los brazos, golpearon a Daniel pidiendo que confiese, todos gritamos que eramos hijos de Dios, nos cargaron hasta un auto y nos llevaron a un cuarto de torturas.

Dicen que si temes a algo de todo corazón, ocurre.

-¡ habla!- me da otro puñetazo y ahí me doy cuenta que son muy diferentes a mi padre-como veo que no hablaras...-hace una seña y otra descarga eléctrica recorre mi cuerpo.

Todos rien, se burlan de mi, mientras yo oro en silencio.

No te pido que me fortalezca a mi, fortalece a mis amigos para que no te nieguen.

Leonel.

Ese lugar no era una tortura, no parecía el infierno, solo estaba con Dios, millones de almas y demonios a mi alrededor.

- ¡contesta!- mi nariz ya sangra, en sus ojos color marrón descifró la falta de Dios.

- Dios te ama muchacho- alguien me da otra cachetada.

-¡niega a Dios!-.

No puedo negar a mi Creador.

Anna.

-¡niega a Dios!- otra patada en mi estomago para que lo haga, pero negué, me tomo de mis cabellos y me sentó en la silla -te haré hablar y sacarte a ese cuento.

Intentanlo... no lo lograras.

Soledad.

Tres golpes, dos en mi ojo y uno en mis labios, cinco cachetadas, seis descargas eléctricas y no logran sacar de mi a Dios.

- ¡dilo! ¿Donde estan los demás?- sonrio y lo miro, sin rabia y rencor.

- no lo se, capaz que en el cielo o en sus casas, tomando té- otro golpe más -¡digo la verdad! ¿Por qué me golpea?.

-porque las chicas como tú, no conocen el respeto.

Seung.

Cuando le dije a Luciana que aceptó ser Cristiano y seguir a Jesús, estas eran cosas que yo sabia que pasarían.

- ¡capitán Jeong!- eran las dos de la madrugada cuando golpearon mi mesa, ya que el sueño me venció y quería dormir, agarro mis cabellos, jalo un poco de ellos y miro mi cara, viendo mi moretón -¿por qué? Si usted es capitán...-le mostre mi sonrisa de paz y él callo.

- es una gran pregunta Cabo... ¿por qué? Porque solo en él encontre lo que en otros no-una cachetada hace que vuelva a mi realidad.

Seung... dejaste de ser Capitán de Corea... para ser soldado de Dios.

Luciana.

Mi hombro izquierdo dolía, me habían hecho una llave por 40 minutos, después de eso a las 3 a.m me volvieron hacer las mismas preguntas.

Escrito en lo Oculto ( Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora