Inmortal Malvado Segunda Parte

Capítulo 218. ¡No Quiero Ver Sangre!

Este estado no podría durar mucho. Ni Rong Qing ni Helian Hongzhan eran personas que solían vivir en el mar. Fue difícil evitar el sufrimiento después de permanecer en el barco durante mucho tiempo. Finalmente, a Rong Qing se le ocurrió una buena idea. Le pidió a Pequeño Congelado que preguntara a los peces y camarones en el agua para ver si alguien conocía una isla con muchos conos helados cerca, o preguntara por la isla más cercana. Él y Helian Hongzhan no podían comunicarse con pequeñas criaturas marinas debido a su alto cultivo, y no podían estar seguros de encontrar algo más fuerte que ellos. Tal misión era bastante adecuada para un tritón.

Rong Qing escuchó que la mayoría de las pequeñas criaturas en el mar tenían una adoración natural del tritón, Pequeño Congelado definitivamente podría ganarse la confianza de esos peces y camarones.

Pequeño Congelado siempre cumplió con las palabras de Rong Qing. Se sumergió en el agua sin decir nada, preguntó a todo tipo de peces que pasaban y finalmente consiguió alguna información. Mantuvo la posición en mente y abrió el camino frente al barco. Rong Qing dejó que el espíritu de la nave estuviera al mando, siguiendo a Pequeño Congelado.

¡Ellos fueron afortunados! Si no fuera por Pequeño Congelado, realmente podrían estar atrapados aquí. Pequeño Congelado, sin embargo, acababa de recuperarse. Podía nadar en el agua para liderar el camino durante el día, pero tenía que subir a bordo para descansar por la noche. Rong Qing le consiguió una enorme palangana de madera, que estaba llena de agua de mar, para que pudiera acostarse en ella y dormir.

Así, el viaje tuvo que detenerse de noche, y su velocidad, mucho más lenta, pero era mejor que navegar sin rumbo.

Día a día, perdieron gradualmente el concepto de tiempo y no sabían cuánto tardaba. Un día, finalmente vieron la sombra de una isla en la distancia. Aunque todavía estaba lejos y la niebla en el mar hizo que la vista fuera borrosa, se pudo determinar que de hecho era una isla, de lo contrario, una enorme bestia monstruosa, lo cual era muy poco probable. Ahora Pequeño Congelado podía descansar y divertirse en el agua, siempre que el espíritu del barco se dirigiera hacia la sombra.

Al mediodía de ese día, Rong Qing estaba almorzando con Helian Hongzhan. Cocinar durante el largo viaje fue una forma de deshacerse del aburrimiento. Rong Qing rara vez tenía tiempo para estudiar algunos platos frescos.

En estos días, comían mariscos con frecuencia, como calamares a la parrilla y ostras, que Pequeño Congelado sacaba del agua. En el pasado, no había muchas oportunidades para comer mariscos en el camino. En general, solo los probaban en restaurantes y posadas de muy alta gama, y ​​ciertamente no eran tan frescos como lo que pescó Pequeño Congelado. El erizo de mar tenía un sabor delicioso y los cangrejos estaban gordos y escupían burbujas en el barril de agua.

Zi Su le dio a Rong Qing una bolsa de almacenamiento de alta calidad con muchas verduras frescas. A última hora de la noche, Rong Qing sacó una lechuga para un bocadillo de medianoche y disparó los trozos cortados con pimientos secos. El pequeño Jade estaba satisfecho con el plato e incluso se quejó de que no estaba lo suficientemente picante. Rong Qing se burló de él porque el pequeño Jade no tenía que preocuparse por comer mucha comida picante porque no era un idiota. Pequeño Jade sintió que era una discriminación en su contra, por lo que fue con el Pequeño Congelado para encontrar consuelo. De repente, una voz pidiendo ayuda sonó afuera.

Rong Qing frunció el ceño, eso es una indicación hacia Pequeño Jade para verificar la situación.

Sin elección, Pequeño Jade se levantó a regañadientes y salió. Lamentó pensar que su comprensión de Rong Qing estaba mejorando.

El pequeño Jade llegó a cubierta y vio varias tablas grandes flotando cerca de su barco, entre las cuales la más grande sostenía a un hombre y una mujer, vestidos con harapos, con una complexión mala como refugiados. Parecía que había ocurrido un naufragio, y flotaron aquí sobre los restos. Encontrar al grupo de Rong Qing fue su suerte.