Inmortal Malvado Segunda Parte

CAPÍTULOS DEL 581 AL 588

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CAPÍTULO 581. NO PUEDE
ESCAPAR EN ABSOLUTO (1)
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El Señor del Diablo estaba estudiando la caja de oro púrpura. Sintió que alguien se acercaba detrás de él. Aunque el ruido era pequeño, podía sentirlo. Cualquier otra persona no lo habría sentido. Era el Señor de los Demonios, el rey de los cultivadores del diablo del Pequeño Mundo, y entrenaba a los mejores asesinos. Por supuesto, podía sentir a alguien detrás de él. Era un asesino, un asesino competente.

El Señor de los Demonios fingió no darse cuenta de que alguien se le acercaba sigilosamente y se quedó mirando la caja de oro púrpura sin pestañear. Cuando sintió la fuerza detrás de él y supo que el asesino había hecho un movimiento, el Señor de los Demonios se giró bruscamente con una espada negra en forma de serpiente en la mano. Esquivó el ataque del asesino y le asestó una rápida estocada.

Shang Mo no esperaba que el Señor del Diablo se pusiera en guardia contra él y se sorprendió. Se movió para esquivar la espada.

Sin embargo, el Señor del Diablo era rápido. Aunque Shang Mo logró esquivar, su hombro fue raspado.

El Señor del Diablo retiró su espada y sujetó la caja de oro púrpura, saltando a un lado. Movió la muñeca y la caja se guardó en su anillo de almacenamiento. Miró con desprecio a Shang Mo y le dijo: "Es atrevido por tu parte asesinarme. Bai Chi no está contigo. ¿Te lo has sacudido? Si se entera de esto, no te dejará hacer algo tan fatal."

Shang Mo apretó los labios. No debería haber cometido el error. Si no hubiera pensado en Bai Chi cuando lanzó el ataque, no habría revelado su aliento.

Sin embargo, Shang Mo no se rendiría. Ya que se había peleado con el Señor Demonio, lucharía contra él. Puede que no derrotara al Señor de los Demonios, pero sería conveniente que Bai Chi luchara contra el Señor de los Demonios si éste resultaba gravemente herido.

Shang Mo no dijo nada y lanzó otro ataque al Señor de los Demonios.

El Señor del Diablo hizo una mueca y se defendió sin miedo.

Las dos espadas se cruzaron y el Señor del Diablo se inclinó hacia Shang Mo. Los patrones púrpura alrededor de las esquinas de sus ojos eran extraños y aterradores. "¿Crees que sólo puedo controlarte con el hechizo?"

Los ojos de Shang Mo brillaron con frialdad. "Sí. ¿Crees que puedes rivalizar con nosotros sin elaborar el hechizo?"

El Señor del Diablo se burló. "Ustedes dos no pueden rivalizar, y mucho menos tu. Te haré saber que morirás en mis manos aunque no use el hechizo."

El Señor del Diablo empujó con fuerza su espada, y Shang Mo retrocedió varios pasos. Antes de que Shang Mo se ajustara, el Señor del Diablo lanzó otro ataque. Puso su energía vital en la espada negra y la impulsó con su poder mental para luchar contra Shang Mo. A continuación, formó bolas de luz en las palmas de las manos y las lanzó contra Shang Mo continuamente.

Shang Mo apenas pudo esquivar el ataque y sufrió múltiples heridas. Podría haber soltado su espada para luchar contra la espada del Señor del Diablo, pero las bolas negras de luz del Señor del Diablo le atacaron tan intensamente que no tuvo tiempo de hacerlo.

Cuando Shang Mo logró pronunciar un hechizo para soltar la espada, ésta fue impulsada por la mente de Shang Mo y repelió la espada negra del Señor del Diablo. Shang Mo volvió a luchar contra el Señor del Diablo, y la luz blanca y la luz negra se entrelazaron en la sala. Los rastros de la batalla quedaron en las paredes y en los pilares de piedra.