Capítulo 2

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ANDREA

Todo lo que pasamos me ha enseñado que no puedo seguir siendo una chica tímida y vergonzosa.

Le miro con rabia por el comentario que acaba de hacer.

—Tranquila fiera, que era broma—se ríe—vaya humos tiene la leona.

Le regalo otra mirada de odio.

Si la miradas matasen, él ya estaría muerto, sepultado y enterrado a causa de la mirada llena de odio que le acabo de dar, la cual él ha ignorado.

No puedo creer que acabe de entrar en el edificio y ya me caiga mal una persona.

Esto es un nuevo récord seguro.

Decido hacer caso omiso al hecho de que me llamara leona ya que si le hacía caso le iba a estrangular y no me conviene un lío de ese calibre en mi primer día.

Llegamos a lo que parece ser una cafetería llena de gente. Casi todas las mesas están ocupadas por grupos de gente hablando y riendo.

—Esta es la cafetería de la universidad, he de decir que es una de las mejores cafeterías, toda la comida es de calidad y todo está buenísimo.—alcanza a decir mi novio alzando un poco la voz ya que el sitio estaba abarrotado y no se podía escuchar casi nada que no fuese el barullo de la gente hablando a nuestro alrededor.

Imagino todas las veces que almorzaremos y comeremos Aiden y yo en esta cafetería, reiremos y nos contaremos anécdotas de nuestra vida, además de decirnos lo que nos ha sucedido a lo largo de ese día... todo sería perfecto.

Nos encaminamos hacia otra sala, pero está está todavía más lejos.

Llegamos en unos 4 minutos a la biblioteca. Me quedo atónita al observar que la biblioteca tiene dos plantas y las estanterías están llenas de libros.

Admiro los sofás y sillones de colores morados oscuros recubiertos de terciopelo que hay formando mini salas de lectura.

¡Este sitio es fantástico!

De repente toca el timbre y no puedo evitar sobresaltarme ya que no me esperaba que sonase tan pronto.

Aiden me tiende su mano para acompañarme a mi clase y yo con gusto se la tomo.

Esquivamos a universitarios llenos de hormonas y nuevos alumnos que obstaculizan los pasillos ya que cada uno va a un sitio y todos quieren llegar a tiempo.

—Bueno, aquí está tu clase—dice Aiden parándose frente a una puerta de color azul apagado en el que pone un cartel con el número 22.

Agarro a Aiden de las mejillas para atraerle hacia mi y darle un pequeño pico a modo de despedida, a lo que él me agarra de la cintura para seguir con el beso.

Oímos como alguien se aclara la garganta. Nos separamos y puedo observas como Joel tiene una mirada de pesadez e Iván esta con los brazos cruzados esperando a que termináramos de despedirnos.

Ambos agarran a Aiden de los brazos y se lo llevan hacia su clase ya que si tardaba más iban a llegar tarde al primer día de su último curso.

—Vamos Romeo, se acabó la despedida—dice Joel con un tono seco.

¿¡Y a este qué bicho le ha picado!?

Les dedico una mirada de odio a Iván y a Joel mientras se llevan a mi novio.

—Adiós amor, ¡suerte con tus clases, luego nos vemos! ¡Te quiero!—dice mientras Joel e Iván le guían marcha atrás de los brazos.

— ¡Yo también te quiero amor!—grito con la esperanza de que me oiga y sintiendo como mis mejillas se tornan a un color rosado cuando percibo que tras gritar eso la gente que estaba a nuestro alrededor me estaba mirando.

MI NIÑERO 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora