Capítulo 9

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ANDREA.

Joel avanzó hasta ponerse a mi lado y tras mirarme de reojo disimuladamente poniendo una sonrisa en su asquerosa boca, se dirigió a los demás.

—¿Entonces vendréis todos no?—pregunta insistiendo en que vayamos.

A mi de repente se me quitaron las ganas de ir a esa fiesta y de la diversión que supondría si no la organizase Joel.  Aunque si le decía a Aiden de que no quería ir a la dichosa fiesta, me preguntaría el por qué de mi negativa y no le podía decir que es por que su mejor amigo a intentado ligar conmigo descaradamente sin tener pruebas de ello.

Necesito pruebas. ¿Pero como conseguirlas? Dudo que Joel repita otra vez esa pésima escena de ligoteo para que yo le grabe. Aunque si eso sucediera, yo podría enseñárselo a Aiden y enseñarle como era su amigo en realidad.

—La fiesta es en mi casa de vacaciones, es una villa que hay al lado de la playa—nos informa—estaremos allí desde las siete de la tarde hasta que el cuerpo nos aguante, habrá alcohol y buena música que sonará por unos grandes altavoces y juegos picantes—dijo esa última palabra mientras me lanzaba una mirada a mi.

Yo volví la cabeza con una mueca de asco para mirar a Aiden y la sonrisa que se le dibujaba en su hermosa boca. A él de verdad le hacía ilusión ir a esa fiesta, hacía meses que no íbamos a ninguna y no le desilusionaría diciendo de no ir.

Tenía que ir, pero no iría sola, me llevaría a Marina y ella me ayudaría a pillar a Joel con las manos en la masa. Así tendríamos pruebas suficientes para que Aiden no pudiese dudar de mi palabra.

—Será la mejor fiesta universitaria—afirma Nick mientras se ríe junto a Will.

—A ver si por fin ligas de una vez y nos libramos de ti—ríe Iván intentando picar a Nick.

—¿Perdona? Yo soy un tío muy ligón eh, vamos, es mirar a las chicas y caen rendidas a mis pies—dice muy seguro de si mismo alzando la cabeza con decisión.

—Caen por qué las matas de aburrimiento—ríe entonces Ben.

Me había dado cuenta de que Ben era un chico bastante tímido y callado. Era el típico chaval que no participa mucho en las conversaciones pero que seguro que era un chico genial.

—Ofendido me hallo—responde Nick dramatizando cada uno de sus gestos.

Mientras los chicos hablaban y se metían con la vida amorosa de Nick, yo aprovecho para mandar un WhatsApp a Marina y explicarle un poco por encima la situación.

—¿¡Cómo que ha intentado ligar contigo!?—me contesta Marina a los dos segundos de haberle enviado el mensaje contándole todo lo ocurrido.

—Sí, y me ha dicho que Aiden no se tenía por que enterar... pero tengo un plan. ¿Quedamos esta tarde en mi casa y lo planeamos?

—¡Claro! Iremos a esa fiesta y haremos que se trague sus palabras. ¡Qué vea quien manda!

Tras mandarle la ubicación de mi casa y decidir la hora a la que íbamos a quedar, guardo el teléfono en mi bolsillo trasero. Después de despedirme de Aiden y sus amigos, me encamino hacia mi siguiente clase, la cual se encontraba en el otro ala del edificio.

Pero de repente noto como alguien saca mi móvil del bolsillo trasero de mi pantalón.

—Vaya, que tenemos aquí, que movil más bonito ¿no?—dice sujetando mi móvil solo con dedos.

Lo intento alcanzar pero este tira de mi móvil hacia arriba impidiendo que lo pudiera agarrar con mis manos. Maldita sea mi baja estatura.

—Dame el móvil, Joel—contesto seria sosteniendo mi mano en el aire esperando a que me diese de vuelta mi móvil.

—¿Vendrás a mi fiesta?—se acerca a mi.

—¿Y a ti que te importa si voy o no? Tú dedícate a tirarle los trastos a otras chicas y dame el móvil de una maldita vez.

Estaba cansándome de este juego que se traía Joel entre manos. Era como si Max hubiese vuelto, como si mi peor pesadilla de nuevo se convirtiera en realidad. Juraba que no iba a pasarme lo mismo. No me volverían a poner tan solo un dedo encima. Nunca más volvería a tener que esperar a que alguien me rescatase de las manos de un chico prepotente y arrogante como es Joel y como lo era Max.

—¿Y si sólo te quiero tirar los trastos a ti, bombón?—pregunta quedándose a escasos centímetros de mi cara.

Diviso mi móvil un poco más cerca de mi y veo la oportunidad frente a mis castaños ojos.

Alargo mi brazo y en un movimiento rápido le quito mi móvil de las manos guardándomelo de nuevo en mi bolsillo, pero esta vez en uno delantero para poder protegerlo mejor.

—¡Oye!—se queja nada más soltar mi móvil y observar como me lo guardo.

—Ahora, si me disculpas, tengo una clase a la que asistir, así que si me haces el favor de largarte por donde has venido estaré muy agradecida—respondo con todo el respeto y educación que puedo procesarle en ese instante.

Joel se queda mudo. Sin palabras y sin argumentos para rebatirme nada. Tras pasar a su lado en dirección al aula en la que me tocaba la siguiente clase, solo pudo mirarme mientras me alejaba de él cada vez más mientras yo me sentía satisfecha de haberle dado en las narices.

Joel me cayo mal desde el primer momento en el que le conocí, es más, nada más verle pude saber que no traía buenas vibraciones precisamente. ¿Cómo pudo hacerse amigo de Aiden? Era muy surrealista que un chico como Aiden pudiera si quiera tener un amigo como Joel.




—¿Entonces tenemos claro el plan?—pregunta Marina mientras apunta algo tecleando en el blog de notas de su móvil.

—¡Clarísimo!—asiento con una sonrisa—Vamos a pillar a Joel con las manos en la masa y Aiden verá cómo es su amigo del instituto en realidad—añado decidida.

—¡Así se habla!—exclama Marina guardando su móvil tras terminar de escribir lo que estuviera tecleando—Todavía quedan dos días para se celebre la fiesta, hay que organizar todo muy bien si queremos que vaya sobre ruedas.

Nos miramos decididas mientras sonreímos ante nuestro brillante plan tan bien organizado.

—Mientras tanto tenemos que elegir qué ponernos. Tienes que estar increíble para que Joel no se pueda resistir a tus encantos y caiga en la trampa, ¿entendido?—pregunta Marina.

Yo asiento con una sonrisa maliciosa. Aunque, ¿y si todo lo que habíamos planeado era en vano? Eran pruebas de peso si Aiden lo veía con sus propios ojos, aunque no sabría como reaccionaría Aiden cuando se enterase de que su amigo iba a intentar apartarme de su lado.

—¿Y si se lo digo?—pregunto de repente.

Marina me mira extrañada.

—¿Qué?—pregunta—¿Quieres confesarle todo a Aiden sin pruebas?

—¿Sí? No sé. En verdad quiero creer que Aiden confiará en mi y que se fiará de mis palabras, pero...

—Díselo, y si no te cree, ponemos en marcha el plan B en la fiesta. Conseguiremos que se dé cuenta de lo que está pasando en realidad con Joel.

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¡Holaa Sitters! Tengo una pregunta para todxs vosotrxs que siempre me ha dado mucha curiosidad... ¿desde que país estáis leyendo esta historia?☺️☺️

¿Creéis que Aiden creerá a Andrea? Ponedlo en los comentarios🥰

MI NIÑERO 2Where stories live. Discover now