Capítulo 19

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ANDREA.

Cuando llego al centro comercial, lo primero que hago es respirar hondo, ya que de los nervios sentía que me podía desmayar en cualquier momento. Me encaminé al local decidida a realizar mi mejor esfuerzo.

—Buenas tardes—saludo con una amplia sonrisa complaciente al chico que me ayudó ayer a encontrar a Laurel, la encargada de personal.

—Buenos tardes...—me mira devolviéndome la sonrisa y hace una pausa mientras da la vuelta a la barra para venir hacia mí.

No sabía mi nombre. Claro, todavía no nos habíamos presentado, estábamos muy ocupados intentando que me cogieran en este trabajo como para hacerlo.

—Andrea, me llamo Andrea Donovan—digo mientras le tiendo la mano en señal de saludo.

—Encantado de conocerte Andrea, yo soy Dylan Harris—agarra mi mano y me la estrecha mientras en su boca se forma una sonrisa—¿Estás lista para tu primer día de trabajo en Doggie's?—pregunta con cierto entusiasmo.

—Si te digo la verdad... estoy un poco nerviosa—contesto pero era mentira, estaba demasiado nerviosa como para decir dos palabras sin soltar una de mis risitas nerviosas y tímidas.

—Yo también estaba nervioso el primer día, pero ya verás como todo sale bien—me susurra al oído como si alguien pudiese oírnos y este fuera un secreto inconfesable.

Yo sonrío por que no puedo hacer otra cosa que sonreír como una tonta. Había pensado en huir pero quedaba mal si en mi primer día salía corriendo en dirección contraria al establecimiento y era muy seguro que si lo hacía no me contratarían.
Así que me intenté armar de todo el valor que podía reunir en ese instante para afrontar la jornada. Aunque ese valor reunido fuera el mínimo.

—Laurel ha tenido que salir a hacer algunas gestiones relacionadas con la empresa por lo que yo te enseñaré todo el establecimiento, primero los despachos, la zona común, las taquillas y luego pasaremos a la parte más importante y complicada, la cocina, la barra y la atención al público.

Pasamos por la puerta en la que entre ayer y me fue indicando donde se encontraba cada despacho. El de Laurel ya me lo conocía obviamente. Luego me enseñó donde está la sala donde los empleados hacen un descanso para comer para terminar por las taquillas, es decir, donde me esperaba mi nuevo uniforme de trabajo sobre un banco de madera.

Genial, acabo de dejar de llevar uniforme al salir del instituto y ahora vuelvo a llevarlo. Por lo menos este es un poco más colorido, aunque demasiado diría yo.

—Te dejo que te lo pongas tranquilamente, si no te vale o es una talla mayor, házselo saber a Laurel para que te pidan el de tu talla—dice Dylan recolocándose su gorra roja con el logotipo del Doggie's.

Cabe mencionar que el logotipo constaba de un perro de raza sabueso, que llevaba puesto la gorra roja de la empresa, además de mostrarse muy feliz y sujetando entre sus patas un perrito caliente embutido en un panecillo reluciente con ketchup y mostaza por encima.

Miro las prendas de ropa un poco con desdén que tenia ante mí. ¿No tenían un uniforme menos llamativo? Llamar la atención no entraba en mis planes. Aunque quejarme no servía de nada, era esto o buscar trabajo en otro lugar, así que debía aprovechar al máximo la oportunidad que me estaban dando.

—Enseguida salgo—sonrío.

—Está bien, te espero frente a la barra, es decir m, donde ocurre toda la magia—ríe para después marcharse cerrando la puerta suavemente, sin dar portazo.

Me comienzo a desvestir y guardo mi ropa en la taquilla 4 para después vestirme con el uniforme.
Me miro al pequeño espejo que tenía en la puerta de la taquilla para observar como me queda, aunque no podía ver mucho ya que mi corta estatura solo me dejaba ver mi frente en el espejo. ¿Por que tengo que ser tan bajita? Me encogí de hombros y me coloqué la gorra con el logotipo en la cabeza después de hacerme una coleta baja para que no me molestase el pelo mientras trabajaba y dejarme algún mechón suelto de forma casual ya que la imagen al público era muy importante.

MI NIÑERO 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora