Capítulo 21

6.3K 413 85
                                    

ANDREA

Siempre supe que no era como las demás, no sé exactamente lo que me hacía diferente a las demás chicas, pero sabía que no era igual. Aunque nunca pensé que llegaría a ser como una especie de espía en mi propia universidad.

Sara se lo montaba bien, de momento nadie la había pillado espiando a Pickens. A mi por poco me pillan Zoe y él husmeando en su maletín e intentando desbloquear su móvil. Sé que Pickens no era precisamente tonto si había llegado a ser profesor de universidad y que me podía haber pillado perfectamente, pero tenía la esperanza de que no lo hubiese hecho.

Aunque no era espiar a mi profesor mi único problema, debía de averiguar cuál era la venganza que estaba planeando Max, hacer frente a Abby y a Zoe con su amenaza, todo eso juntado con la universidad y mi trabajo de medio tiempo.


Cuando salgo de la universidad y me encamino al aparcamiento, Aiden me espera de pie junto a su moto. Hacía bastante tiempo que no la sacaba a relucir. He de decir que a mi me seguía pareciendo que era una máquina de la muerte tapizada y con dos ruedas, pero verle ahí, apoyando su espalda en el asiento vestido con su chupa de cuero y portando un casco negro... se me hizo de lo más atractivo.

Si fuese una chica atrevida, le podría desnudar hasta con la mirada en este aparcamiento.

—¿Qué tal está mi maravillosa novia?—pregunta abriendo los brazos esperando a que le de un abrazo.

Por lo contrario, yo me abalanzo sobre él y le agarro de la solapa de su chaqueta de cuero negro para atraerle a mi y plantarle un beso en los labios.

—Ahora que estás aquí, me siento genial—le susurro a escasos milímetro de sus labios, intentando ser lo mas sensual posible para provocarle.

Veo como se muerde el labio inferior mientras me mira los labios y me agarra de la cintura atrayéndome más a él en el acto. Pongo las manos en su pecho y le miro a los ojos.

—No me hagas eso por que podría haber consecuencias—dice en voz baja, a punto de besarme.

Yo me río con un poco de malicia antes de acercar mis labios y juntarlos con los suyos. Entonces, y tras unos minutos de tontear, le pregunto si me puede llevar al centro comercial.

—¿Al centro comercial otra vez? —pregunta extrañado mientras me tiende el casco morado de la moto, el cual ya se había convertido oficialmente en mío.

Todavía no le había contado lo de mi trabajo a tiempo parcial. Era duro para mi explicar que teníamos problemas de dinero por que les despidieron por romper el contrato por el que iban a demoler el barrio donde vive con sus padres y su hermana.

—Tengo un trabajo a tiempo parcial—suelto sin pensar en una forma menos dolorosa de decirlo para mí.

Como dice siempre mi madre: las tiritas es mejor quitarlas del tirón en vez de ir despacio y que sea más doloroso.

—¿Qué? ¿Por qué? A ver, que está muy bien que quieras trabajar, pero ¿ha pasado algo con tus padres?—pregunta quitándose su casco rápidamente, el mismo que se había puesto hace un minuto.

—Les despidieron por romper el estúpido contrato que hicieron en el que iban a demoler tu casa... lo siento, sé que debería de habértelo contado antes, pero no encontraba ni el momento ni las palabras... ¿Estás enfadado?—pregunto, sin ser capaz de mirarle a los ojos.

Me avergonzaba, tanto de tener que trabajar en un local de comida rápida como por habérselo ocultado.

—¡Claro que no, amor! Sé que algunas cosas son difíciles de contar y no siempre encontramos la manera de decirlas, tranquila, comprendo que no me lo hubieses contado antes teniendo en cuenta por todo lo que pasamos para que rompiesen ese contrato.

MI NIÑERO 2Where stories live. Discover now