Capítulo 11

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AIDEN.

Y la vi marcharse. Sabía que estaba enfadada y furiosa conmigo por el tono en el que me había contestado y la forma en la que había salido por la puerta de mi clase.

Se me hacía imposible pensar que Joel pudiese hacer algo así. Sí, era un mujeriego y solo quería acostarse con las chicas atractivas que se le cruzaban por delante. Pero ¿la novia de su amigo? ¡Eso no podía ser cierto! Solo podía ser un simple malentendido.

Aunque sé que debería creerla, pero Joel es mi amigo desde el instituto, le conozco como la misma palma de mi mano y no sería capaz de hacer algo así.

ANDREA.

El señor Pickens estaba a punto de anunciar cuáles habían sido las dos personas que habían obtenido la mayor calificación.

Los nervios recorrían mi cuerpo de arriba a bajo. El examen se me dio bien, no era ni demasiado fácil ni demasiado difícil y obviamente aprobado estaba, pero, ¿habría sido una de las personas que habían sacado la mejor nota?

Ese proyecto que tenía en mente el profesor Pickens podría ser muy importante para este curso y quizá que me subiese la nota notablemente. Necesitaba escuchar que había sido yo una de las mejores notas. Lo necesitaba. Después de la discusión que había tenido con Aiden era de necesidad que me diesen una buena noticia.

—Voy a proceder a decir quiénes han sido las personas con mayor calificación.

Crucé los dedos debajo de mi mesa cerrando los ojos con fuerza y esperando a escuchar mi nombre.

—Esas personas son: ¡Zoe Miller! Y...—el profesor hace una pausa dramática que a mí sólo me provoco que el miedo me invadiera el cuerpo—¡Andrea Donovan!

Esperen. ¿He escuchado bien? ¿¡Había dicho mi nombre!?

¡Oh Dios mío, había dicho mi nombre! ¡He sacado la mayor calificación!

Marina me abraza de repente con una sonrisa de oreja a oreja mientras los demás compañeros de mi clase nos daban un sonoro aplauso a Zoe y a mi.

—El próximo día concretaremos las pautas a seguir y os pondré al tanto sobre el proyecto que vamos a realizar—prosigue el señor Pickens mientras reparte las pruebas a todos los alumnos.

La curiosidad me mataba. ¿Qué iba a tener que hacer en ese proyecto? Yo era de naturaleza curiosa. Era parecida a un gato, curiosa pero a la vez asustadiza y temerosa.



Sonó el timbre dando por finalizada la última clase del día.

Sin mirar hacia atrás y tras despedirme de Marina, me dispuse a esperar a Aiden junto a su camioneta.

Seguía enfadada. ¿Cómo podía haberle creído? ¿Acaso no confiaba en mí? ¡Ese es uno de los pilares fundamentales en los que se basa una relación amorosa entre dos personas! La confianza es una de las cosas más importantes... y él no confiaba en mi.

Los ojos se me humedecieron pero hice un gran esfuerzo en aguantarme las lágrimas cuando vi que mi novio se acercaba tranquilamente a donde yo estaba.

Quería abrazarle, saltar a sus brazos y contarle que había superado completamente mis expectativas y formaría parte del proyecto tan importante que el señor Pickens quería llevar a cabo. Pero, al segundo recordé nuestra discusión, nuestra primera discusión y qué la causa había sido que él no confiaba lo suficiente en mí.

Nos montamos en la camioneta en completo silencio.

—Andrea... no soporto más estar así—dice tras cinco minutos de trayecto hacia mi casa.

MI NIÑERO 2Where stories live. Discover now