Capítulo 18

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ANDREA.

—¿¡Qué hizo qué!?—exclamó Aiden justo al aparcar el coche en uno de los cubículos.

—Me amenazó—dije de nuevo—sé que no va a hacer nada, no es tan lista como para planear algo contra mí, ¿verdad?—pregunto perdiendo el único atisbo de seguridad que tenía en ese mismo instante.

—Con ella nunca se sabe, es mejor que tengas mucho cuidado con Zoe, no me fio nada de lo que pueda hacerte y más estando yo en otra clase, si pasa algo no podré protegerte.

—Tranquilo, siempre estaré acompañada de Marina, además, te tengo en marcación rápida para llamarte enseguida por si me ocurre algo—afirmó enseñándole mi lista de contactos en el móvil.

—Esa es mi chica—sonríe.

Me da un beso en la mejilla y salimos de la camioneta para ir cada uno a su edificio correspondiente tras despedirnos con otro beso, pero esta vez en los labios.

Unos cinco minutos más tarde me encontré a Marina, esperándome en la puerta de nuestro edificio como todos los días.

—Hola—me saluda sin apenas entusiasmo.

—Hola—respondo con el mismo entusiasmo—Marina—comienzo a decir—lo siento mucho por todo lo que pasó, tú no tenías culpa de nada y yo te la eché todos a ti, lo siento de verdad.

Marina me observó de arriba a abajo, callada. Su silencio provocaba que mis nervios crecieran. Quizá que ya fuese demasiado tarde para disculparse. No era plato de buen gusto para nadie que cargara con las culpas de todo lo que había pasado.

—¿No dices nada? Es en serio cuando digo que lo siento mucho...—vuelvo a decir—entiendo que ni quieras hablarme ahora mismo ni nunca...

—Andrea, no hay nada que perdonar, no te lo tomé en cuenta tal y como estabas, tranquila.

—¿De verdad?—no podía creer que no me guardase ningún tipo de rencor, por minúsculo que fuese.

—¡Claro! Está todo olvidado, de verdad—sonríe Marina brindándome un abrazo.

—Menos mal que me has perdonado, no sé lo que hubiera hecho sin ti y encima con lo de Abby y Zoe—digo sin pensar en que Marina todavía no sabía nada de lo que había pasado.

—¿Abby y Zoe? ¿Ha pasado algo que yo no sepa?—pregunta con cierta intriga.

—Mierda. Se me había olvidado contártelo.

—Cuéntamelo todo ahora y no te olvides de ningún detalle por minúsculo que sea, ¿me oyes?—Marina siendo cotilla me recordaba a Alma, Blanca y Carlota, las amigas de Aiden cuando hace unos meses cotilleábamos acerca de las tonterías que habían hecho los chicos cuando yo no estaba.

—Me encontré con Abby y Zoe después de conseguir un trabajo en el Doggie's y...—no me dejó terminar de explicárselo.

—¿Vas a trabajar en Doggie's? ¿No eran tus padres millonarios o algo así?—pregunta intrigada cuál cotilla de barrio en un pueblo en mitad de la nada.

—Los despidieron por no poder haber firmado un contrato y llevar a cabo un gran proyecto—omití el hecho de que ese contrato era el que iba a destruir el barrio de los padres de Aiden—así que quiero ayudarles económicamente. Ellos no saben nada, cuando cobre mi primer salario se lo daré y se lo contaré todo a modo de sorpresa—le informé de mis planes.

—No tenía ni idea de que habían perdido el trabajo, lo siento mucho tía—posa su mano en mi hombro a modo de compadecerse de mi situación, cosa que odiaba.

MI NIÑERO 2Where stories live. Discover now