Capítulo 17

8.8K 562 39
                                    

ANDREA.

Volvía a casa un poco más contenta de lo que me fui. Había conseguido un trabajo y con él ayudaría económicamente a mis padres, al margen de todo lo que había pasado en el hospital y en la comisaría, eso era lo que importaba.

Caminaba tranquila mientras la suave brisa de la mañana acariciaba mis mejillas, las mismas que soportaban una enorme sonrisa por haber conseguido un trabajo. No era un trabajo muy bien pagado pero por lo menos podía ayudar a mis padres, eso era lo importante.

Entonces, al girar una esquina, ahí las veo. Abby y Zoe, las hermanas arpía en persona.

Tragué saliva fuertemente al recordar todo lo q he había ocurrido. Como Abby me trató como una niña pequeña frente a todos y sobre todo la última vez que la vi, besando a Aiden y afirmando que seguían juntos, que le seguía amando... tenía que quitarme esos recuerdos en ese mismo instante o se darían cuenta de que me estaba atemorizando a cada paso que nos acercábamos.

Frente a Zoe me había comportado como si no me importase que fuese hermana de Abby, la hermana de una de las personas que me lo ha hecho pasar realmente mal, pero nunca me había enfrentado cara a cara con las dos. Tenía miedo de lo que podría pasar por lo que acerqué la mano a mi bolsillo para agarrar el móvil por si acaso pasaba algo, para tener un plan B por si salía algo mal y me veía en un real apuro.

La distancia se hizo cada vez más corta hasta que se hizo nula.

Tenía la esperanza de que pasaran de largo, de que me ignorasen. Pero no. Nada más percatarse de mi presencia simplemente sonrieron y cuchichearon algo que yo no pude descifrar.

Pararon frente a mí impidiéndome el paso.

—Pero bueno, ¿a quién tenemos aquí?—pregunta Zoe irónicamente mientras se cruza de brazos mirando a su hermana.

—Ah sí, es la zorra que me quitó a mi novio—prosigue Abby.

Intento ignorarlas, pasar de ellas pasando por su lado para irme de aquel lugar, pero me vuelven a cortar el paso.

—¿A dónde crees que vas bonita?—pregunta Abby sonriendo aún más.

—¿Me podéis dejar pasar, por favor?—pregunto amablemente intentando controlar mis impulsos de meterme en una pelea de la que obviamente saldría perdiendo.

Ambas comienzan a reírse a la vez.

—¿En serio? ¿Formalidades a estas alturas?—ríe de nuevo—Tú me quitaste lo que es mío y todavía no me he podido vengar de todo aquello—me señala con el índice en el hombro echándome poco a poco hacia atrás, intimidándome.

Debía contestar, debía hacer algo por qué ya no era una chica indefensa como lo había sido meses atrás, había cambiado. No podrían conmigo tan fácilmente.

—Mira Abby no sé qué tipo de obsesión enfermiza tienes conmigo que también ha absorbido a tu hermana en tu juego de odio contra mi, pero yo no hice nada, así que si me disculpáis, tengo que irme.

Intento de nuevo salir de aquel embrollo pero me vuelven a cortar el paso por tercera vez.

—¿Ahora que te pica Abby?

—Mira niñita, te juro que me vengaré de todo lo que me has hecho, he perdido al amor de mi vida, a mi alma gemela por una zorra de tres al cuarto, así que prepárate para lo que te espera guapa—me amenaza.

—Y acuérdate de que te tenemos vigilada, cariño—prosigue Zoe.

—No tengo ninguna duda de que me tendréis completamente vigilada—río—y adelante, vengaros de mí, no os tengo miedo.

MI NIÑERO 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora