Capítulo 20

6.6K 397 54
                                    

ANDREA.

—¿¡Max!?—exclamó sin querer.

—¿Qué parte de que bajes el volumen de la voz no has entendido?—suelta Sara poniendo su dedo índice en su boca, indicándome así que me callase—que un poco más y les gritas que les estamos espiando entre estos dos coches.

—Lo siento, me he sorprendido... —susurro para después mirar hacia el señor Pickens y Max.

Estaban discutiendo por algo, pero no parecía ser por un simple examen suspenso o un trabajo sin entregar, sino que parecían conocerse de antes por el tono de voz que utilizaban.

—¿Acaso conoces al chico con el que Pickens está discutiendo?—me pregunta escondiéndose de nuevo.

—Me gustaría no haberlo conocido nunca, pero sí—me lamento y me siento en el suelo, abrazando mis rodillas.

—Ese chaval parece tener una relación cercana con Pickens, ¿podría ser su hijo?—pregunta mientras me dirige la mirada—¿Hey, qué te pasa?

La miro y creo que ya se espera lo que estaba a punto de decir.

—Se llama Max e intentó... —Sara abrió los ojos como platos cuando entendió lo que yo quería decir dejando esa frase sin terminar—pero Aiden le detuvo.

—Con lo de detenerlo me imagino que le pegó una paliza, ¿no?—dijo sentándose a mi lado.

—Sí, pero la última vez que vi a ese indeseable... me amenazó.

—Tú tranquila, a esa clase de chicos nunca hay que hacerles caso, son los típicos que hablan mucho pero luego no matarían ni a una mosca.

—Eso espero... por que ya llevo dos amenazas—digo esto último en voz más baja, casi inaudible.

Miro de nuevo a Max y al señor Pickens. Pickens parece enfadado con Max por algo y este solo pone excusas por lo que puedo escuchar.

—¡Menos mal que no te han visto!—exclama el señor Pickens—todo se podría haber ido al garete por tu culpa.

—¿Te quieres tranquilizar, joder? Yo también voy a esta universidad, nadie podría sospechar—le calma Max haciendo un gesto con las manos.

—¿Te recuerdo que esta no es tu facultad? De verdad que me sacas de quicio—resopla Pickens agarrando su maletín del asiento trasero de su coche.

Me escondo de nuevo tras el coche blanco que nos tapaba a Sara y a mí de los ojos de Pickens y Max.

—¿Por qué les estás espiando?—pregunto a Sara.

Debía de haber una explicación. No pensaba de verdad que ella pudiera estar loca como todo el mundo decía. Seguro que había algo de verdad en lo que me dijo el primer día.

—Te lo contaré en un sitio más tranquilo...—dejó la frase en el aire ya que Pickens soltó un gruñido.

—¡Quieres vengarte de esa chica y no haces ni puto caso a mis consejos!—exclama Pickens, perdiendo los papeles de nuevo.

—Tú mismo lo has dicho papá, son consejos. Además, lo tengo todo bajo control, así que cálmate de una maldita vez—dice Max, sacando del bolsillo trasero de su pantalón un paquete de cigarros.

Sara y yo nos miramos al mismo tiempo. ¿¡Papá!? ¿¡Max era hijo de Pickens!? Oh Dios mío, esto no era bueno.

—Sí, pues el plan de venganza te está saliendo cojonudo vamos, si no fuera por mí ahora mismo no tendrías ninguna oportunidad de llevar a cabo tu estúpido plan—suelta Pickens cogiendo uno de los cigarros del paquete que tiene Max en la mano a la vez que él saca otro y se lo prende para luego darle una calada.

MI NIÑERO 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora