Capítulo 23

5.3K 390 33
                                    

AIDEN

¿¡Por qué Dylan estaba abrazando a mi novia!? Sabía perfectamente que tenía novio, y aún así el muy canalla la abraza. Inconscientemente cerré los puños. Me enfadaba ver cómo estaba abrazándola, ella es muy buena chica, no puedo dejar que suceda otra vez lo mismo y tampoco puedo cometer el mismo error por tercera vez.

Carraspeo llamando la atención de Andrea y del capullo de su compañero de trabajo.

—¡Aiden!—exclama Andrea emocionada por verme—¿qué haces aquí?

Dylan da dos pasos hacia atrás mientras observa como le miro con cara de pocos amigos. Y más le valía alejarse de ella.
Entonces me acerco un poco más deprisa a la barra y me impulso con ambos pies, apoyando la mano derecha en el mostrador y pasando hacia el otro lado, hacia el lado donde estaban Andrea y Dylan, aterrizando entre ellos como si fuera un héroe y esta fuese mi entrada triunfal.
Había aprendido a saltar así y a hacer un poco de parkour cuando pertenecía a la banda de Scott. Era necesario si no queríamos acabar en el calabozo durante unas cuantas noches o en la cárcel. Eso había sido pan comido, aunque he de decir que estaba un poco oxidado en cuanto a eso, ya que hacía bastante tiempo que salí de la banda.

Agarro a Andrea de las mejillas y la atraigo hacia mí suavemente para plantarle un beso en los labios. Ella al principio se queda quieta, paralizada en el sitio. No se lo esperaba. Ni yo tampoco. Había sido un acto reflejo. No soportaba ver a ese tío cerca de Andrea, sabía que podía tener las mismas intenciones que Max o que Joel, y no podía dejar de pensar en que no ocurriría una tercera vez, esta vez la protegería aunque fuese lo último que hiciera. Luego, me siguió el beso y lo intensificó un poco.

Dylan me da unos toques en el hombro, llamando mi atención y haciendo que nos separemos en el mejor momento.

—¿Tienes algún problema?—pregunto intentando no ser borde.

¿Qué digo? ¡Al carajo! ¡Quería ser lo más despreciable que pudiese ser con él!

—La verdad es que sí, no puedes hacer esto aquí como podrás comprender. Este es un lugar de trabajo.—dice, lo más educadamente posible y sabía que en lo más hondo de su interior quería pegarme un puñetazo.

—¿Sabes que me importa una mierda lo que pienses, no?—me acerco a él con una sonrisa ladeada—Si quiero besar a mi novia lo hago.—hago énfasis en las palabras "mi novia".

Dylan no retrocede, sino que se acerca a mi, desafiante. He de decir que este tío los tenía bien puestos, pero en lo que a peleas se refería yo le ganaba por goleada. No era una cosa de lo que estuviese especialmente orgulloso, pero si tenía que pelearme por Andrea lo iba a hacer todas las veces que hiciera falta.

—Pues besas a tu novia fuera del horario de trabajo, ¿entendido?—dice desaguándome con la mirada.

Dylan era unos centímetros más alto que yo, pero me daba igual la estatura que tuviese, yo le tumbaría de un solo puñetazo.

—¿Acaso me estás dando órdenes?—pregunto y se nota la rabia que corre por mis venas.

—Te voy a pedir amablemente que te vayas o si no...—no le dejo terminar, me resultaba gracioso que me estuviese intentando echar del local.

—¿O si no qué? ¿Me vas a pegar?—me acerco a él, quedándome a centímetros de su cara, comprobando así lo cobarde que podía llegar a ser, pero para mi sorpresa no retrocedió, es más, me contuvo la mirada hasta que Andrea se interpuso entre nosotros para separarnos.

—¡Parad! ¿Se puede saber qué estáis haciendo?—exclama enfadada, y sé que he metido la pata cuando me mira, decepcionada—Dejaros de tanta testosterona para otro momento, ¿entendido los dos?—sentencia cuando ve que ambos dejamos nuestra disputa a un lado para prestarle atención.

MI NIÑERO 2Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon