13

3.6K 171 30
                                    

Génesis | Capítulo: Amistades

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

Génesis | Capítulo: Amistades

15 DE JUNIO, 2020

Me acomodo el pelo otra vez, inconforme con como luce esta noche pese al tiempo que pasé arreglabdolo. Dejo de tocarlo para evitar ponerlo grasiento, casi con frustración, y decido mejor controlar el estado del labial que apliqué en mis labios.

–Génesis, me estás poniendo nervioso a mi, basta –me reprocha Enzo, quitándome el celular de la mano y bloqueandolo antes de devolvérmelo– Estas bien, deja de mirarte cada dos minutos –agrega, manteniéndome la mirada durante unos segundos para después volverla al frente.

–Bueno, perdón por querer estar presentable –contesto cruzándome de brazos y desviando mi cabeza hacía la ventana.

Lo escucho suspirar e intento reprimir la sonrisa que quiere formarse en mi boca.

–Estabas bien cuando salimos de tu departamento y seguis estando bien veinte minutos después –dice y siento su mano libre apoyarse sobre mi muslo desnudo.

Vuelvo a mirarlo y le sonrío cuando el hace lo mismo.

–No me dejas ser dramática ni por un segundo –le recrimino divertida.

Aprovecha el semáforo en rojo para acercarse, lo mayor posible que el cinturón de seguridad le permite, basándome durante el minuto que tarde en volver a verde.

–Ahora tengo que retocarme de nuevo –murmuro, dejando un último beso en su boca. Enzo se ríe mientras intento limpiar con mi pulgar la mancha que dejé sobre sus labios.

Vuelve a su lugar al mismo tiempo que el semáforo cambia y arranca, retomando la ruta hasta la casa de su amigo Gastón. Según tengo entendido, estaríamos nosotros y otros dos matrimonios amigos.

Anoche casi no dormí pensando en ésta cena. Conocer gente nueva no es algo que usualmente me ponga nerviosa, se me da bastante bien en ese aspecto, pero es diferente cuando son parte del círculo íntimo de la persona con la cual estoy intentando mantener una relación; su opinión sobre mí me importa.

Y si así estoy con el simple hecho de conocer a sus amigos no quiero ni pensar en el momento en el que conozca a su familia; claro, si es que llegamos a eso.

Unos veinte minutos después finalmentenos nos adentramos a un barrio privado por el que Enzo maneja durante unos minutos más hasta estacionarse frente a una bonita casa de fachada moderna, similar al resto de las casas vecinas.

Bajamos y espero hasta que llega a mi lado para tomar la mano que me ofrece y seguir el caminito de piedras hasta la entrada. Me mira y sonríe una vez más antes de tocar el timbre.

–Lo veo pero no lo creo –es su amigo quien nos recibe, con una gran sonrisa plantada en su cara y una copa colgando en su mano izquierda. Se ríe junto con Enzo y ambos se saludan en un abrazo. En cuanto se separaran, Gastón posa su atención en mí.– Que bueno conocerte de manera oficial finalmente –dice y se acerca para dejar un beso en mi mejilla.

Odisea | Enzo Pérez Onde histórias criam vida. Descubra agora