30

3.9K 222 33
                                    

Génesis | Capítulo: Lugares inadecuados y planes impensados

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Génesis | Capítulo: Lugares inadecuados y planes impensados

3 DE DICIEMBRE, 2020

El movimiento de Enzo debajo mío y el roce de su entrepierna con la mía intensifica la presión entre nuestros cuerpos.

Ninguno da indicios de querer parar, ya que en realidad lo único que su mano en mi mejilla hace es avivar las emociones del momento, la calentura más específicamente. Y sin vergüenza alguna me animo a deslizar la mano que tenía sobre su estómago hacía su creciente erección.

Me sorprende al agarrar mi muñeca, frenando mi acción, riéndose y mirándome medio raro.

–¿Que? –cuestiono, intentando recuperar el movimiento.

–Vamos a llegar tarde –anticipa, sin soltar mi mano.

Ruedo mis ojos hacia atrás, ignorando su excusa e intentando volver a poner mi boca en el espacio entre su mandíbula y su hombro. Es su punto débil.

–Génesis –me advierte en seguida, aunque ya sin realmente poner resistencia alguna hacia mi actuar.

Sonrío satisfecha, sabiendo que que está totalmente rendido y entregado a la necesidad como yo. Idea que confirmo cuando sus manos bajan a mi cadera y de ahí hasta mi culo, donde aprieta con fuerza.

Descarto el intentar quitarle la remera, conformándome con desabrocharle el pantalón únicamente. La camioneta puede volverse sumamente incómoda en éste tipo de situaciones por más espaciosa que sea.

¿Y como es que terminamos a punto de tener un rapidito justo acá y en medio del estacionamiento de nuestro edificio además? Inexplicable.

Se suponía que el plan inicial era ir a un almuerzo con algunos compañeros de Enzo y sus familias pero ahora lo único que sé es que ésta mañana me levanté con más ganas de él que nunca y no encontré otro mejor momento que éste.

Al fin y al cabo pueden esperarnos un rato más.

Aunque tampoco es como si no lo hiciéramos cada vez que se nos da la oportunidad.

En éste tiempo con Enzo comprobé cuan real es esa teoría que solía circular sobre el sexo con futbolistas, siendo más que nada una necesidad para ellos, teniendo que liberar toda esa tensión acumulada y relajar.

Y no me estoy quejando tampoco. Yo más que predispuesta a ayudar en lo que me novio necesite sin duda alguna, obviamente.

Mi cabeza queda totalmente en blanco cuando empiezo a sentir los besos de Enzo en cada parte de mi piel libre de ropa, y casi que hasta me auto felicito por decidir ponerme un top justamente hoy.

Odisea | Enzo Pérez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora