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Génesis | Capítulo: Estar bien
28 DE JULIO, 2020
–¿Como era la última? –espero una respuesta que nunca llega por parte de mi amigo, lo que me obliga a levantar la vista de la computadora para mirarlo.– ¿Que? –cuestiono ante su silencio.
Suspiro cuando sonríe, sabiendo lo que sigue, tiene la pregunta en la punta de la lengua desde que entré.
–Perdón pero no puedo seguir estudiando sin saber si de verdad te estas moviendo a Enzo Pérez o no –suelta finalmente.
–Metido que sos –contesto evitando la pregunta, haciéndolo reír.
–¿Eso es un sí, entonces? –insiste, apoyándose sobre sus codos en el borde de la mesa.– Dejame decirte que tenés mis respetos si es así. Aparte de que juega en River, el chabon está buenísimo, te felicito y te aplaudo –aplaude en serio, haciéndome reír.
Dudo que responder durante unos minutos, no se exactamente en que situación estamos justo ahora.
–Es complicado –elijo decir simplemente.
–Eso me pareció ahí afuera –señala– No te dijo nada por nosotros, ¿no? –pregunta y me confunde.
–¿Por qué diría algo?
Se encoge de hombros en una mueca– No se, por ahí pensó que vos y yo....–deja la frase al aire pero la entiendo.
Niego en seguida y hasta dejo salir una risa bajita. Poco probable sería que entre los dos pase algo, salvo que a Joaquín le empiecen a gustar las mujeres otra vez; cosa que dudo pase por ahora.
–No, Enzo no es así –musito– Y si se imaginó algo, dudo mucho que me lo diga, es demasiado bueno.
Sin exagerar. Sigo sin creer que haya tomado la iniciativa queriendo solucionar las cosas. En parte no me sorprende, repito, es por demás de bueno; pero dado el hecho de como terminamos por mi culpa, me sentía con la responsabilidad de ser yo quien tendría que reparar lo dañado.
–¿Y entonces? Si tan bueno es, ¿cuál es el problema? –curiosea y tengo la respuesta perfecta a esa pregunta.
–Yo –reconozco, cruzándome de brazos, desviando la mirada de mi amigo.
Joaquín no dice nada, parece entender mi incomodidad con el tema así que simplemente acaricia mi brazo dándome una sonrisa antes de empezar a leer nuevamente las preguntas de nuestro trabajo; se lo agradezco internamente.
*
Termino de poner la mesa justo al mismo tiempo que el timbre suena y ya se que es Enzo quién espera al otro lado de la puerta.
