46

2.7K 204 64
                                    

13 DE JUNIO, 2021

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

13 DE JUNIO, 2021

Génesis | Capítulo: Esa primera vez

Inclino mi cabeza para apoyarla en el hombro de Enzo mientras él acaricia constantemente mi mano. Lo hace con tanta delicadeza que me termina de relajar por completo.

El típico olor a hospital inunda mis fosas nasales, provocándome un poco de nauseas a las cuales todavía no termino de acostumbrarme, volviéndose totalmente desagradable para mí.

Respiro profundo y trago con fuerza, tratando de mantenerme tranquila, es un día importante para nosotros.

Fueron casi dos semanas demasiado largas desde la última consulta, tanto así que lo único en lo que podía pensar era en cuantos días nos quedaban para llegar finalmente a hoy: el día en el que tendríamos por fin la oportunidad de ver a nuestro bebé por primera vez.

De tanta ansiedad y emoción prácticamente no pude dormir, di tantas vueltas sobre la cama y por el departamento que terminé despertándolo a Enzo también.

Me sentí tan culpable en cuanto lo escuché levantarse que prácticamente tuve que obligarme a dormir para que así él pudiera descansar también. 

Ya fue suficiente con toda la semana movidita que tuvimos con el tema de mudarme a su departamento. Entre los entrenamientos, partidos y el estar organizando, guardando y moviendo de un departamento a otro todas mis cosas tuvo demasiado.

Por suerte Milagros estuvo al pendiente y nos dio una mano en todo lo que pudo, teniendo en cuenta más que nada el hecho de que Enzo no me dejó ni siquiera levantar una caja.

Por esto mismo llegamos a tener algún que otro desacuerdo durante la mudanza. Entre que no me dejaban ayudar y mis cambios de humor constantes, fue una semanita complicada para todos.

Al final, y como siempre, terminé desbordada de tantas emociones que los dejé hacer las cosas a su manera y simplemente los fui ayudando de palabra; yo planteaba mis ideas y ellos ponían la fuerza en práctica.

Y funcionó, así que hace exactamente menos de cuarenta y ocho horas que estamos oficialmente conviviendo como pareja.

A diferencia de lo que Enzo creía en un principio, su departamento terminó siendo más que suficiente para nosotros dos e India. Y ni siquiera fue necesario invadirles la habitación a Pía y Santiago como había sugerido; a final de cuentas yo no tenía tantas cosas como suponía y todo entró a la perfección.

Lo único complicado, por así decirlo, es que ni aún así puedo sacarle de la cabeza la idea de que, con el pasar de los meses, tenemos que buscar un lugar más grande o una casa directamente, como él quiere.

A mi sinceramente me parece un gasto sumamente innecesario, y no justamente porque sea algo que Enzo no se pueda permitir, al contrario, simplemente creo que así como estamos está bien.

Odisea | Enzo Pérez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora