04

4.2K 186 13
                                    

Génesis | Capítulo: Decir gracias

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Génesis | Capítulo: Decir gracias

29 DE MARZO, 2020

Miro la hora en el reloj de mi muñeca calculando más o menos dentro de cuanto tiempo tendría que sacar la bandeja de comida que acababa de meter al horno. No era la mejor cocinera del mundo pero de vez en cuando me gustaba investigar recetas nuevas y probarlas, casi siempre salían bien.

–¿Buen día? –la voz de Milagros llama mi atención. Al levantar mi vista la veo saliendo de la habitación en pijama y totalmente despeinada, recién se levanta.

–Buenas tardes –la corrijo.– Pensé que estabas muerta o algo así –digo con exageración.

Pone los ojos en blanco al mismo tiempo que se sienta frente a mi en la mesada de la cocina.– No pude dormir una mierda anoche –se excusa antes de bostezar.– ¿Vos no escuchaste los gritos? –pregunta y con su dedo apunta hacia arriba.

–Después de un tiempo te acostumbras –suelto una carcajada casi sarcástica.

Otra vez anoche, después de casi una semana entera de paz, los gritos y discusiones en el piso de arriba volvieron. Sinceramente pensé en quejarme en la próxima reunión del edificio pero recordé lo que me había dicho Enzo la vez que estuve en su departamento respecto a lo difícil que se le estaba haciendo y no me pareció un tema para exponer frente a todos ni del que yo tenga que opinar.

–¿Que comemos? –pregunta de golpe levantando la cabeza y apoyándola entre sus manos.

–No se, hay milanesas pero están congeladas o sino una porción de tarta fría que quedó de ayer –contesto, memorizando lo que tenía y pensando que en cualquier momento tendría que ir a hacer la compra mensual.

Parece pensar algo mientras desvía la mirada de mi hasta el horno– ¿Y lo que hay ahí? –cuestiona.

–No es para nosotras –digo y me mira entrecerrando sus ojos con una clara confusión.

–¿Estás cocinando algo que ni siquiera es para nosotras? –pregunta señalando el horno con un dedo y enarcando una ceja en mi dirección.– ¿Para quien es? –agrega curiosa.

–Para Enzo –digo como si fuera lo más normal.

Y obviamente no lo es, ¿quien hoy en día regala comida a sus vecinos con los que hablaron apenas una vez? Quitando las veces en las que me ignoró.

Niega lentamente manteniendo la mirada incrédula en sus ojos.– Estas loca –suelta y se ríe.

–Solamente le quiero agradecer por haberme ayudado aquella vez que me robaron –me excuso alzando mis hombros.

–Génesis, no se que estás buscando pero tené cuidado –su expresión cambia a una mucho más seria– Es mucho más grande que vos y por lo que tengo entendido tiene mucho quilombo con la ex, no te quiero metida en ningún lío así; de verdad tené cuidado –repite.

Odisea | Enzo Pérez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora