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Génesis | Capítulo:Conflictos e interrupciones
30 DE ABRIL, 2020
–Me aburrió –digo de la nada, dejando de mirar la televisión para mirar al hombre sentado a mi izquierda.
–¿Queres ver otra cosa? –pregunta ofreciéndome el control, pausando la película que habíamos empezado hace media hora.
Niego, quitándole el control de la mano y dejándolo sobre la mesita frente a nosotros.
–¿Que quer...–se interrumpe a si mismo cuando me pongo a horcajadas sobre él. Sonrío con fingida inocencia, mordiendo mi labio inferior en el hecho.
–Hagamos algo más divertido –murmuro, pasando mis manos una y otra vez por sus hombros, acomodándome mejor sobre sus piernas; acto que frena llevando sus manos a mi cadera para frenarme.
–Génesis...–me advierte, mirándome fijamente.
Sonrío una vez más divertida con su expresión antes de lanzarme hacia delante y presionar mis labios con los suyos. Me separo al no sentirlo moverse de ninguna manera.
–Enzo...–empleo el mismo tono de voz que él utilizó conmigo pero de una manera más provocadora.
Esta vez si me corresponde, llevando el ritmo del beso y manteniendo el control. De a poco sus manos abandonan mi cadera y se mueven despacio a lo largo de mis muslos hasta volver a mi cadera y subir un poco más hasta mi cintura.
Aprovecho eso para recorrerlo con mis manos también a él, así que abandono sus hombros con lentitud, acariciando sus brazos en el proceso hasta llegar a su pecho y descender a su abdomen, intentando empezar a quitar la molesta remera que no me permite admirar su físico al cien por cien.
Ese movimiento parece hacerlo reaccionar ya que de un segundo a otro se separa con algo de brusquedad de mi.
–¿Que pasa? –cuestiono al verlo desviar su mirada al balcón, suspirando con pesar en el proceso.
Se mantiene en silencio durante unos largos segundos hasta que finalmente vuelve su atención adentro pero aún manteniendo su mirada ajena a la mía.
–No vayamos tan rápido –dice, intentando quitarme de encima pero no se lo permito, poniendo más resistencia en mis piernas.
–¿Que? –me río sin entender, creyendo que solamente me esta cargando. Intento volver a besarlo pero vuelve a correr su cabeza hacia un costado, esquivandome.
Un buen golpe bajo.
–¿Es en serio? –pregunto con desconcierto, separando un poco mi cuerpo del suyo.– ¿Por qué no? –insisto y golpeo levemente su brazo intentando recuperar su atención.
