38

2.7K 204 48
                                    

13 DE FEBRERO, 2021

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

13 DE FEBRERO, 2021

Génesis | Capítulo: Ilusiones rotas

PARTE UNO

Me percato de la presencia de Enzo al otro lado de mi puerta al mismo tiempo que India rasguña y olfatea por debajo de ésta, claramente sabiendo que es él quien vino antes de siquiera poder verlo. Y me parte el alma cuando la escucho llorar y moverse totalmente emocionada después de tanto tiempo sin verlo ni sentirlo, principalmente por no saber si lo que resulte de esta conversación va a terminar en algo positivo.

La relación entre ellos es algo que va más allá de mí, a decir verdad. India desde el día uno forjó una relación distinta con Enzo, y demuestra amarlo, incluso más que a mí a veces.

Quisiera no pensar en lo que va a pasar con ella si lo de nosotros no se soluciona, pero me es imposible. Es como si tendríamos que hablar de una tenencia compartida de nuestra hija perruna.

–Si me dejas abrir vas a poder verlo mejor –le digo, buscando no agarrarle las patitas sin querer en lo que ella las mete por debajo de la puerta y yo intento abrirla.

Retrocede un par de centímetros como si realmente me entendiera, metiéndose entre mis piernas totalmente exaltada.

No soy siquiera capaz de mirar a Enzo a la cara antes de que ella corra fuera del departamento y se trepe sobre las piernas de él, pidiéndole de esa manera el ser alzada. Ahí lo miro por primera vez, aliviando un poco mi corazón al ver la manera en la que Enzo le sonríe y le habla, repitiéndole una y otra vez que también la extrañó.

Le besa la cabecita una última vez antes de dirigir por primera vez su atención a mí, y cuando finalmente sus ojos se cruzan con los míos siento el momento cambiar repentinamente a un ambiente mucho más tenso.

La expresión en su cara para conmigo es algo que no logro interpretar, no dice nada directamente. No se si está enojado, disgustado de tener que verme, dolido o cualquier otro tipo de sentimiento. No los reconozco, es un papel totalmente en blanco.

Y me asusta.

Una media sonrisa se forma en mis labios al mismo tiempo que en mi cabeza surge la duda de si debería acercarme y saludarlo como realmente quiero. Porque, pese a todo, esa parte de mí necesitada de su tacto, de su cariño y de su preocupación es más fuerte que cualquier otra sensación.

–Hola –termina por ser él quien lo dice primero, forzando una débil media sonrisa en su boca que desaparece tan rápido como se formó.

Junto todo el ánimo que me queda para ser yo quién tome la iniciativa y me atrevo a acortar la distancia entre ambos, dejando finalmente un beso sobre su mejilla. Pero la tensión que siento de su cuerpo bajo mi contacto es lo que me hace tomar distancia otra vez automáticamente.

Odisea | Enzo Pérez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora