14

3.2K 176 11
                                    

Génesis | Capítulo: La historia

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Génesis | Capítulo: La historia

15 DE JUNIO, 2020

–La primera vez, después de descubrir el primer engaño, estuvimos separados durante unos meses –empieza su relato tranquilo, manteniendo sus brazos sobre la mesa a cada lado de la taza de café frente a él– Hasta que los chicos empezaron a tener problemas. Pía ya casi no hablaba, había vuelto a hacerse pis mientras dormía, y Santiago estaba enojado la mayor parte del tiempo, entró en una fase donde me odiaba por haberlos dejado, por haber dejado a Florencia...–se corta a si mismo y puedo verlo tragar con fuerza.

–Enzo, no...

–Esta bien, querías saber y te lo estoy contando -me interrumpe, y el tono tajante de su voz y sus palabras son como un golpe directo a mi estómago.– Florencia supuestamente estaba arrepentida, consciente de su error; me pidió disculpas, las acepté, le creí. O no, no se, solamente lo hice por mis hijos, para que tengan una familia funcional de nuevo –juega un poco con la cuchara en su mano derecha, guardando silencio durante unos segundos.– De a poco todo se fue acomodando. Pía hablaba otra vez, ya no se hacía encima, Santiago ya no estaba enojado conmigo y Florencia y yo intentábamos retomar nuestro matrimonio. Duramos bien cerca de dos meses, hasta que los mensajes a escondidas y las salidas con amigas hasta altas horas de la noche volvieron. Resulta que nunca había dejado al otro tipo –clava sus ojos en mí por primera vez y puedo ver reflejado en éstos el dolor que siente con cada palabra que dice.

La culpa por prácticamente obligarlo a contarme me atraviesa de arriba a abajo, llevándome a tomar una de sus manos entre las mías, sin saber muy bien que decir.

–La encaré a la mañana siguiente de una de estas tantas noches, le dije que ya sabía la verdad. ¿Y sabes que me contestó? –una risa amarga se escapa de su garganta antes de volver a hablar– Que era mi culpa, que todo lo que ella había hecho fue provocado por mis acciones, porque le di más importancia a mi trabajo que a ella; y entonces buscó en otro lo que yo no le daba.

–No fue tu culpa, Enzo. Tenías una responsabilidad y ella lo supo siempre, desde el momento en el que se casó con vos sabía lo que le esperaba. No puede hacerte responsable de sus malas decisiones –dejo mi silla, para rodear la mesa y tomar lugar en la que está junto a la suya, poniendo una de mis manos con la suya, otra vez, y la otra en su mejilla.

Después de haber soltado aquella pregunta en el ascensor, que al parecer poco le sorprendió, apenas me miró y pidió que lo habláramos arriba. Asentí de acuerdo y creí que lo mejor era no volver a decir nada hasta poner un pie en su departamento.

Esa tranquilidad que Enzo había mantenido me mataba.

Al llegar me ofreció café, y pareció adrede, pero se tomó todo su tiempo en prepararlo. Lo trajo a la mesa cuando estuvo listo y finalmente se sentó justo frente a mí.

No responde, en cambio le da un trago a su café y vuelve a bajar la mirada a la mesa.

–Volvimos a separarnos, definitivamente esta vez, y ahí fue cuando en serio toqué fondo –confiesa y siento sus dedos acariciando lentamente el dorso de mi mano– No veía a mis hijos, peleaba constantemente con Florencia, ya ni siquiera jugaba por mi bajo rendimiento; estaba enojado hasta conmigo mismo, en cierto punto. Pero bueno, después el tiempo pasó y retomar el contacto con los nenes ayudó bastante. Y desde ahí es lo todo lo demás que ya conoces. –finaliza.

Intento hablar, cuando suelta mi mano de golpe, haciéndose hacía atrás junto con la silla, levantándose de está y agarrando las tazas vacías de encima de la mesa. Lo sigo con la mirada hasta la cocina, donde las deja dentro de la bacha, quedándose apoyado contra esta misma.

–Ahora que ya sabes todo, me gustaría estar solo –habla, mirándome sobre su hombro.

–No hagas esto, hablemos –me levanto de mi lugar, yendo hasta él.

–Querías la historia completa, ya te la conté. Ahora por favor, necesito que te vayas, Génesis. Estoy enojado y no quiero decirte algo de lo que después me voy a arrepentir –da media vuelta, encarandome.

–No quería que fuera de esta manera, Enzo. Si tan solo hubieras sido sincero conmigo y hubieras confiado en mí como yo confié en vos contándote prácticamente toda mi vida no...

–¡No es cuestión de confiar, Génesis! –explota, transmitiendo todo el enojo acumulado– Te dije, te pedí, que me des mi tiempo para hablar, para contarte todo. Solamente te pedí que respetes eso –niega repetidamente, frustrado– No es un tema en el que me guste pensar y mucho menos del que quiera hablar.

Siento una lágrima caliente rodar por mi mejilla, seguida por otras más.

–Andate, por favor –repite una vez más, en un tono más calmado.

No pongo objeción alguna y se lo concedo.

Agarro mi cartera que dejé sobre el sillón al llegar y le doy una última mirada, para después abandonar el lugar.

Sin ganas de esperar el ascensor, bajo directamente por las escaleras de incendio, y no me permito derramar alguna otra lágrima más hasta llegar a mi departamento.

Cuando finalmente estoy dentro, bajo la seguridad de mis cuatro paredes, el llanto y la amargura se apoderan nuevamente de mi, y no hago más que dejarlos salir.

















N/A

Y se vino el desmadre nomás jajajajaj yo les avisé👹

Recuerden dejar su voto y comentario si les gustó! Mil gracias por el aguante🖤

Nos leemos...🤞🏻

Odisea | Enzo Pérez Where stories live. Discover now