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17 DE MAYO, 2021
Génesis | Capítulo:Decisiones controversiales
Me estreso rápidamente cuando pasan más de veinte minutos en los que busco por absoluto cada rincón de mi departamento la camiseta que necesito ponerme y no la encuentro en ningún lado.
Termino a las puteadas como si eso hiciera que dicha camiseta apareciera mágicamente frente a mí mientras India me mira como si estuviera loca desde la punta de la cama donde está echada.
–¿No estarás muy cómoda vos? –le acaricio la cabeza y sonrío cuando ella sola se refriega contra mi mano dando vuelta sobre su lugar hasta quedar patas arriba, claramente pidiéndome que le acaricie la pancita también.
Lo hago durante unos minutos mientras intento tranquilizarme y pensar con la cabeza en frío en donde puede llegar a estar esa maldita camiseta.
Pienso en Enzo, intentando recordar si la camiseta fue parte de la gran muda de ropa que me llevé a su departamento cuando la cuarentena empezó hace un mes y medio atrás cuando tomamos la decisión de instalarnos en un solo departamento, que en éste caso fue el suyo el elegido, y así evitar el tener que estar entrando y saliendo constantemente de uno y de otro.
Algo que resultó bastante al pedo considerando que el fútbol siguió jugandose y cada tres días terminaba quedándome sola porque Enzo tenía que concentrar, por lo que yo elegía volverme a mi departamento y evitarme el sentir que lo estaba invadiendo en su ausencia hasta que él volviera al otro día o a los dos días dependiendo de donde jugara y yo volviera a instalarme con él también.
Finalemente termino por descartar automáticamente la idea de que la camiseta esté en su casa al recordar que toda la ropa que tenía ahí la traje éstos últimos días de vuelta a mi departamento cuando, por la cantidad de casos positivos en el plantel, Enzo empezó a entrenar el doble y a jugar el doble de partidos.
Con la Superliga, la Copa Argentina y además la Copa Libertadores en juego, y al mismo tiempo encima, se hizo realmente difícil la convivencia.
Así que fue mejor que cada uno esté en su espacio y siguiendo con su rutina como siempre hicimos antes de todo ésto.
A fin de cuentas, igualmente era muy poco el tiempo que nos estábamos viendo en éstos últimos días ya que él prácticamente vive en el club y cada momento que tiene libre durante un par de horas soy yo la que está ocupada con la facultad, y la cursada virtual, como para llegar a pasar un buen rato juntos.
Recién hoy pudimos coincidir en cuanto a horarios y quedamos en almorzar juntos en mi departamento, aprovechando también que mi próxima clase empieza recién a las cuatro, lo que nos deja al menos tres horas para vernos y hablar un poco como no pudimos hacer últimamente.
Y si lo pienso mucho es hasta triste el hecho de que, en un contexto donde se supone que las personas al pasar tanto tiempo juntas y aisladas del resto hayan empezado a conectar más entre sí y a conorcerse en diferentes aspectos que antes desconocían hasta de si mismos, para nosotros en realidad la situación sea todo lo contrario.
