19

3.4K 200 34
                                    

Génesis | Capítulo: Charlas difíciles

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Génesis | Capítulo: Charlas difíciles

2 DE AGOSTO, 2020

–Estoy muerto –comenta Enzo, dejando sus llaves sobre la mesa y estirandose segundos después– Te quedas, ¿no?

Contesto que sí mientras cuelgo mi campera sobre una de las sillas y procedo a sentarme en ésta.

–¿Mañana entrenas? –quiero saber. Ya estoy perdida con sus horarios y días cambiantes; y mucho más cuando tiene partidos entre semana.

–A la tarde –dice y asiento, imaginando lo lindo que vamos a dormir hasta el medio día.

Me quedo mirando la repetición del partido de River en la tele que quedó encendida desde que nos fuimos, mientras Enzo se cambia. Vuelvo mi atención a él cuando sale del cuarto con una camiseta y un short del club para mí.

–El hincha menos fanático –lo jodo, sacándole una risa bajita.

Está tan casado que me da una mezcla de lástima y ternura con la carita que tiene.

–Acostate nomás, me cambio y voy –agarro la ropa que me ofrece y busco mi cepillo en mi cartera antes de rodearlo y dirigirme al baño.

Lo escucho apagar la televisión y segundos después la puerta de su habitación abriéndose. Me apuro en cepillarme los dientes y lavarme la cara para después desvestirme y ponerme la ropa de Enzo para dormir.

Termino y salgo, corriendo literalmente hasta el cuarto cuando el frío de la noche me golpea.

Enzo ya me espera acostado, con la atención puesta en su celular, hasta que me escucha entrar y lo vuelve a dejar sobre la mesita de luz. Lo imito, dejando mi celular de mi lado y me acuesto, buscando el calor de su cuerpo.

–¿Por que estás tan fría? –pregunta divertido y siento como se le pone la piel de gallina cuando meto mis manos por debajo de su remera.

–Porque hace frío –contesto obvia, refregandome contra él.
Se ríe, pasando su brazo por debajo de mi cabeza y abrazándome.

Cierro mis ojos, dispuesta a dormir y más que relajada con las caricias de Enzo sobre mi brazo. El departamento se mantiene en total silencio, escuchándose únicamente nuestras respiraciones de fondo y algún que otro auto que todavía circula a esta hora.

Empiezo a quedarme dormida cuando escucho un carraspeo por parte de mi novio y segundos después su voz hablándome.

–¿Ya te dormiste? –habla bajito y supongo lo hace por las dudas sí esté dormida.

–No –contesto en un susurro.

–¿Podemos hablar de algo?

Me alejo de el un poco, abriendo mis ojos nuevamente para alzar un poco mi cabeza y mirarlo bien a la cara.

Odisea | Enzo Pérez Where stories live. Discover now