43

2.6K 244 176
                                    

27 DE MAYO, 2021

Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.

27 DE MAYO, 2021

Narrador omnisciente | Capítulo: Nuestro

PARTE DOS

–¿Cuantos trajiste? –cuestionó Génesis a Enzo, viéndolo entrar con la bolsita de la farmacia en mano.

–Dos, por las dudas. La que me atendió me dijo que éstos son de los más confiables –explicó el jugador, dejando ambas cajas frente a ella, sobre la mesita ratona.

La angustia mezclada con el miedo que sentían era palpable en el ambiente, no pudiendo hacer más que observar las cajas entre ellos y pensar que sería cuestión de minutos para descubrir la verdad a tanta incertidumbre.

–¿Lo hacemos ahora? –preguntó finalmente ella, siendo incapaz de tomar la decisión por si sola.

–Sí, por favor –concordó Enzo, siendo el primero de ambos en levantarse y animarse a vaciar el contenido de cada caja.

Génesis lo imitó pocos minutos después en cuanto terminó de leer el prospecto que había caído del interior de una de las cajas y asegurándose de haber entendido bien lo que se supone que tendría que hacer.

Con prueba en mano y un último beso por parte de su novio, atinó a entrar al baño, volviendo a salir pocos segundos después.

–Como que quiero saber, pero al mismo tiempo no, no se. ¿Y si salen positivos? ¿Nos imaginas siendo padres? ¿Me imaginas a mí como madre? Es todo tan raro que no se ni por donde empezar a pensar –se removió inquieta, consiguiendo que la expresión seria y abrumada de Enzo rompiera brevemente en una sonrisa.

Ahí estaban otra vez esos nervios que la hacían desvariar ocurrentemente en los momentos que menos lo requerían, detalles que el jugador ya conocía y entendía a la perfección.

–No te rías, es en serio. ¿Que a vos no te preocupa todo eso? –le reprochó ella, exagerando.

–Me río porque ya estás hablando sin sentido otra vez. Deja de pensar por cinco minutos y concentrate en ésto por el momento, ¿si? –pidió él, señalando las pruebas que la morocha sostenía en su mano izquierda.– Necesitamos saber el resultado antes de empezar a preocuparnos por todo eso.

Génesis asintió finalmente, dándole la razón. Un beso más y una última mirada a Enzo fue todo lo que necesitó para reunir el valor necesario para entrar de una vez al baño.

Enzo no se movió del marco de la puerta en ningún momento, esperando ansioso y sintiendo como los latidos de su corazón iban en aumento a cada minuto que su novia pasaba ahí adentro.

Tres.

Cinco.

Ocho.

Doce.

Odisea | Enzo Pérez Où les histoires vivent. Découvrez maintenant