La novia de Mario Calderón

Capitulo 10. Tres galanes al acecho. Pt.2

Cuando la orquesta empezó a tocar música más movida regresaron a la mesa. Armando y Nicolás al verlos llegar se pusieron de pie como impelidos por un resorte indicándole a Betty sin palabras que se sentara en medio de los dos. Ella obedeció dedicándole una sonrisa de disculpa a Mario que con cara de
disgusto llamó al camarero para encargar unas copas. Como ella no sabía qué pedir los tres hombres empezaron a darle consejos y sugerencias.

Ma.: Pida un cóctel de champaña, Beatriz, verá cómo le gusta.

A.: Vea Betty, yo creo que es mejor que no tome trago, usted me dijo una vez que no le sienta bien. Puede pedir un jugo, acá los hacen muy ricos.

Ni.: Sí Betty, mejor no tome, vea que si después su papá la ve llegar tomada...
¡Menudo es Don Hermes! Oj oj oj oj. Yo he pedido un juguito de mora... ya sabe... el que se llama como yo. Oj oj oj oj. Pida uno usted también...

Mario los mira con cara de querer asesinarlos. Él sabe por experiencia que unos tragos siempre ayudan a que su “presa” caiga rendida en sus brazos...
”Claro que con tanta compañía, eso va a ser difícil. Calderón, nunca en su vida había tenido que seducir a una mujer en medio de una “manada de lobos hambrientos” como ésta. Aunque uno de los “lobos” es su mejor amigo y el
otro parezca un poco... bobalicón... Pero no debe fiarse, tigre,... igual es un disfraz para despistar... ”

Betty no salía de su asombro. No se podía creer que eso le estuviera pasando a ella. TRES HOMBRES, uno de ellos su amigo del alma Nicolás, estaban pendientes de todo lo que ella decía, hacía o deseaba... dispuestos siempre a.... complacerla. De vez en cuando se pellizcaba no del todo segura de que no estuviese soñando. ”Parece que no, Betty. Todo indica que es real... Oj oj oj oj. Pues... como dice Aura María... vamos “a disfrutar que son dos días”. Oj oj oj oj.”

Dicho y hecho. Beatriz Pinzón Solano jamás olvidaría esa noche. Se dejó mimar, consentir y halagar por esos tres “galanes” y se lo pasó... divino.

El siguiente en sacarla a bailar fue Armando. En cuanto la orquesta empezó a tocar música lenta se adelantó a los otros dos y la invitó. Al principio Betty le dio algunos pisotones. Pero él, en vez de enfadarse, le sonreía y la disculpaba, al tiempo que la sujetaba con más fuerza por la espalda intentando marcarle el ritmo. Betty se relajó totalmente entre sus brazos y pudo disfrutar como nunca de su olor... ”¿Qué colonia usará? Un día se lo tengo que preguntar... ¡Me encanta! ¿Y si le pregunto y se la regalo a Mario? No es que “mi amorcito” huela mal... pero este olor de Don Armando es... único.”

A.: -Hablándole al oído casi en un susurro- Beatriz, yo quería disculparme por lo de antes...

B.: -Sin entender a qué se refería- ¿Por qué, doctor?

A.: Por ponerme a discutir con Calderón por... salir con usted...

B.: No se preocupe doctor. No tiene importancia.

A.: Sí la tiene, Betty. Yo no quiero que usted vaya a pensar mal de mí... Yo... a usted la respeto mucho...

B.: -Enternecida con las palabras de su jefe- Yo lo sé, doctor... Yo entiendo que ha sido la... sorpresa. Oj oj oj oj. Eso de que Betty la fea de repente ya no esté tan... horrible pues... tiene que impactar... oj oj oj oj.

A.: No se maltrate, Beatriz. Usted nunca fue fea... La prueba está en que con un buen asesoramiento de imagen, vea qué cambio ha dado...-Y haciendo una pausa, añade- Betty, perdone mi curiosidad, pero ¿cómo es que le dio por cambiar...? Quiero decir... ¿por qué ahora...?

B.: -Sin pensar en las consecuencias de sus palabras le responde sincera- Fue todo cosa de Don Mario, doctor. Vea, primero me recomendó a su dentista para que me quitaran los hierros... ¡Y me hizo un precio más que razonable!
Luego me llevó a los puntos de venta de Ecomoda para que me asesoraran con el vestuario y... –Sonriendo- también pensó en mí cuando le dieron esa
papeleta para el sorteo de un tratamiento de belleza completo... Y si no es porque él me insiste se la hubiese regalado a Sofía. Oj oj oj oj. Nunca pensé que yo pudiese cambiar tanto con unos arreglitos... Oj oj oj oj.