Capitulo 11. Eramos pocos y...

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Cuando David se retira un momento para decirle a sus amigos que se quedará otro rato, Mario comenta en voz baja...

Ma.: Éramos pocos y la abuela parió mellizos...

B.: ¿Decía algo don Mario?

Ma.: Nada, Betty... pensaba en voz alta.

En eso que regresa David a la mesa pero no se sienta. Muy educadamente se dirige a Betty.

Dav.: Betty, ¿le provoca que bailemos?

B.: -Pensando para sí que después de la discusión entre los tres “galanes” se merecen una lección- ¡Cómo no, David! Encantada.

Y mirándolos a los tres con cara de burla se dirige a la pista a bailar con su amigo.

Dav.: Betty, me he sorprendido mucho al verla... Está muy bonita...

B.: ¿Usted cree, David?

Dav.: No sólo lo creo, estoy seguro... ¿Cómo no fui capaz de descubrir cuando estudiábamos juntos la belleza que ocultaba?

B.: -Riéndose de sí misma como tenía por costumbre- Oj oj oj oj... Es que estaba bien escondida. Oj oj oj oj.

Dav.: ¿Por qué dice eso? ¿Es que acaso... se operó?

B.: ¡Nooooo! ¡Para nada! Vea para resumírselo mi fealdad mejoró con una visita al dentista, un cambio en mi vestuario y... una “intensa” y larga visita al salón de belleza. Oj oj oj oj.

Dav.: Pues reitero lo dicho... si todo era una cuestión de... asesoramiento estético no sé cómo no me di cuenta... Betty... a mí me gustaría que retomáramos nuestra... amistad de hace unos años... ¿Se acuerda que bien lo pasábamos?

B.: Oj oj oj oj. Claro que me acuerdo, David. Aparte de Nicolás, usted fue el único amigo que tuve cuando estudiaba en la universidad...

Dav.: Si no hubiese sido por usted creo que nunca hubiese aprobado la contabilidad. Ja ja ja ja. Me sonaba a chino... Pero explicada por usted resultaba tan fácil... Betty, ¿nunca ha pensado en dedicarse a enseñar? Porque sería una magnífica profesora.

B.: Oj oj oj oj. La verdad es que no... de todos modos le agradezco el cumplido. Oj oj oj oj

Dav.: Entonces, ¿volvemos a ser amigos?

B.: Nunca hemos dejado de serlo, David. Lo que pasa es que durante un tiempo perdimos el contacto...

Dav.: Entonces, para celebrarlo, la invito mañana a cenar. ¿Le provoca?

B.: -Sonriéndole- Claro que me provoca... Oj oj oj oj.

Los tres hombres se habían quedado en la mesa con cara de que no podían creérselo.

Ma.: ¿Han visto eso? Llega ese tipo y se la lleva... así... sin más... y ella nos deja acá botados a los tres... Y déjeme decirle que la culpa es suya Nicolás...

Ni.: ¿Mía? ¿Por qué o qué? ¿Acaso yo le dije que la invitara a bailar?

A.: Pues casi... porque, ¿cómo se le ocurre invitar a otro tipo a sentarse en nuestra mesa? ¿Usted es imbécil?

Ni.: Oiga, sin faltar... Que no fui yo quien lo invitó. Fue Betty.

Ma.: ¿Y no será que a ella le gusta ese tipo? –En tono confidencial
dirigiéndose a Nicolás- Cuéntenos, Nicolás. ¿De qué se conocen? ¿Son muy amigos?

Ni.: ¿Se refiere a David?

Ma.: -Pensando que Nicolás es un poco lento- ¿Y a quién si no?

Ni.: Pues... verá... David Arteaga fue compañero de promoción de Betty en la universidad. Y en aquel entonces era de las pocas personas de su clase con las que tenía relación... -Bajando la voz y en tono confidencial- Es que los otros compañeros... como que se burlaban de ella...

La novia de Mario CalderónWhere stories live. Discover now