Capitulo 32. ¡Ahora si lo entiendo!

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Armando estaba muy excitado. Ver cómo ella disfrutaba de su orgasmo lo estaba volviendo loco. Dejando ya la delicadeza de los primeros momentos, se deshizo con rapidez de su pijama y su bóxer y empezó a besarla en la boca con desesperación. Ella le respondió del mismo modo, excitándose de nuevo. Al ver lo rápido que ella volvía a responder a sus caricias, sonrió y con un movimiento un tanto brusco se estiró boca arriba en la cama invitándola a subirse encima de él.

Por un momento Betty se resistió. Se asustó al ver la gran erección de su marido. No pudo evitar el recuerdo de experiencias anteriores en las que tan molesta le había resultado la penetración. No supo si fue su propio deseo o el de hacerlo feliz a él quien finalmente venció el miedo y se dejó guiar por él. Literalmente “se puso en sus manos” porque Armando la había levantado por las caderas y la estaba ayudando a sentarse encima de su erección. Cuando se produjo el contacto cerró los ojos como resignándose a lo que estaba por venir. Pero para su sorpresa a medida que él iba entrando en ella un intenso cosquilleo muy agradable recorrió su intimidad y el bajo vientre. Casi sin darse cuenta Armando la había penetrado totalmente y ella en vez de sentir molestias se sentía en la gloria.

Se quedaron inmóviles los dos durante unos segundos. La cara de su esposo expresaba un placer tal, que Betty sólo de mirarlo ya se sintió dichosa. Él empezó a moverse lentamente y a ella su cuerpo le estaba pidiendo algo más, pero no sabía qué hacer. Con voz tenue le preguntó.

B.: Armando, ¿ahora que hago?

A.: -Sonriendo ante su ingenuidad, le contesta con voz ronca- Muévete, mi vida. Muévete como cuando montabas a caballo en Ubaté, ¿te acuerdas? 

Betty asiente y empieza a moverse arriba y abajo como si estuviese cabalgando. Pero no sabía si era eso lo que debía hacer y le vuelve a preguntar.

B.: Armando, ¿lo estoy haciendo bien? ¿así es como te gusta?

A.: Mi amor, déjate guiar por lo que sientes, si tú gozas yo también. Pero no dejes de moverte... Asíiiii, síiiii Betty, asíiiiiii. Ahhhhhhhhh.

Animada por sus palabras y sobre todo por sus gemidos, Betty sigue moviéndose cada vez con más intensidad. En realidad se lo está pasando divinamente. Nunca pensó que hacer el amor pudiera ser algo así. Llega un momento en el que pierde el control y totalmente desinhibida se mueve guiada únicamente por el intenso placer que está sintiendo. Armando está en la gloria, esta Betty es increíble. Nunca pensó que fuese tan apasionada. Lo está volviendo loco. Cuando siente que ella llega al orgasmo, invierte la posición y sujetándola muy fuerte por las caderas empieza a moverse descontroladamente y casi con brusquedad dentro de ella. Los gemidos de Betty hacen que acelere aún más sus movimientos mientras gotas de sudor recorren su cara y su espalda por el gran esfuerzo que está realizando. Cuando le sobreviene el orgasmo siente que ella vuelve a estremecerse y las intensas contracciones de su vagina lo hacen disfrutar aún más de ese momento único.

Poco después, se deja caer en la cama al lado de ella agotado, estira la sábana para taparse los dos, la abraza y le susurra al oído.

A.: ¡Te amo, Beatriz!

Segundos más tarde los dos se quedaron profundamente dormidos.

Acababan de traer el desayuno que había pedido. Eran cerca de las once de la mañana. Él ya estaba duchado y vestido con ropa cómoda y la contemplaba dormir a ella. ¡Vaya nochecita! ¡Había sido realmente memorable! No recordaba haberlo pasado tan rico en toda su vida. Anoche había descubierto a una Betty desconocida para él. Pensó que el primer paso en la conquista de su mujer había sido un éxito. Él sabía que una buena relación sexual era importante en la vida de cualquier pareja y al parecer en ese aspecto no iban a tener ningún problema... Porque ella también había disfrutado mucho...
Fueron dos... ¿o quizás tres? los orgasmos que tuvo y por el modo en que gemía parecía que lo estaba pasando bien rico... Eso no se puede fingir... No tanto...

La novia de Mario CalderónWhere stories live. Discover now