Capitulo 28. Dando explicaciones.

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Daniel Valencia fue a la junta con toda la artillería a punto. Representaba a sus dos hermanas y a él mismo, anunció que estaba buscando compradores para todo el paquete de acciones de la familia Valencia y que si en seis meses no conseguían venderlo, procederían a la división de la empresa.

Fue especialmente duro con su eterno rival, Armando. A su lista de reproches habituales, ahora podía añadir la situación comprometida en que lo halló su hermana y que sin ningún tipo de reparos explicó en medio de la junta directiva. Hugo y Gutiérrez, que de los presentes eran los únicos que no sabían nada de lo sucedido, no pudieron evitar la cara de risa y en el caso del diseñador además el comentario sarcástico.

Hu.: ¡Vaya sorpresa te llevarías, Armando! ¡Pobre March! Menos mal que ya se vio libre de ti. Me alegro mucho por ella...

Margarita no sabía adonde meterse de la vergüenza por lo que había hecho su hijo y Roberto muy serio intentó cortar el tema diciendo:

Ro.: Señores, esta junta es para hablar de los problemas de la empresa, no de asuntos... privados...

Hu.: -Con tono burlón- ¡Pues muy privado no fue el asunto!

Ro.: ¡Hugo por favor!

Hu.: ¡Está bien! ¡Está bien! Me callaré... pero que conste que lo hago por ti, Roberto y por Margarita... porque la bestia peluda ésta no se lo merece...

Betty lo estaba pasando mal por su jefe. Aunque consideraba que lo que él había hecho no estaba bien, tampoco creía que fuese un tema para tratar en una junta de accionistas.

Todos los presentes le preguntaron a Mario que qué le pasaba. Su cara estaba aún más demacrada que por la mañana y su aspecto era el de una persona que estuviese enferma. Él, para evitar tener que dar otras explicaciones, dio a entender que acababa de pasar una gripa muy fuerte.

Marg.: Debes cuidarte mejor, Mario. Me preocupa verte tan demacrado. ¿Has ido al médico?

Ma.: Sí, Margarita. Pero no te preocupes. Es... es sólo una gripa fuerte. Ya se me pasará.

A pesar de que Armando estaba indignado con su amigo por lo que le había hecho a Betty, no pudo evitar pensar que si estaba así por lo ocurrido realmente lo debía estar pasando mal. ”Pero ya le está bien empleado. Peor lo
está pasando mi Betty y ella no tiene la culpa de nada”.

Betty prefirió pensar que lo que él había dicho era la verdad y estaba pasando una gripa. ”Es un cínico. A él no le puede afectar para nada lo sucedido. No pienso hablar con él. No necesito que me dé explicaciones. Todo me quedó muy claro aquel día. Mario Calderón ya pertenece a mi pasado y jamás, por más que haga o diga, volverá a formar parte de mi presente. Aunque me muera de dolor.”

En cuanto terminó la junta directiva Armando le dijo a Betty que se tomarían el resto de la tarde libre. Decidieron ir al cine.

A.: Nos conviene relajarnos, Beatriz, después de un día tan tenso, y nada mejor que una buena película.

B.: ¡Pero no de terror, doctor! Yo voy a salir más estresada de lo que entré.

A:: Ja ja ja ja, Betty no sabía que era tan miedosa... Si le da tanto miedo no
mire las escenas más fuertes...

B.: ¡Eso sí que no! ¿Y perderme una parte de la película? Aunque me muera de miedo yo miro... Oj oj oj oj.

Cuando Betty entró en su casa esa noche se encontró con Nicolás que estaba conversando con su papá.

B.: ¿Qué hubo, Nicolás?

Ni.: ¡Betty! ¡Dichosos los ojos! –Mirándola con picardía aunque se le veía bastante molesto- ¿Qué, lo pasó rico el fin de semana?

La novia de Mario CalderónWhere stories live. Discover now