Capitulo 14. Empleandose a fondo. Pt.3

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Acababa de regresar de la cena con David Arteaga. El pobre muchacho prácticamente habló solo durante toda la noche porque ella estaba como ausente. Por más que intentó llamar su atención, todo fue inútil. Ella no estaba allí esa noche. Estaba en otro lugar y David no tenía ni idea de qué lugar era ese. Pero no consiguió que regresara.

En realidad Betty “estaba” aún en el parque adonde había ido con Mario esa tarde. No podía dejar de darle vueltas a lo que había sucedido. Él se le había declarado y le había pedido que fuese su... novia... ”Betty, esto no te puede estar pasando a ti. No es posible que don Mario te haya dicho que tú le obsesionas y que quiere ser novio tuyo. ¿Será que estoy viviendo un sueño? Y tú como una tonta te quedaste de piedra sin saber qué contestarle. Hasta que te besó... ¡Qué beso más tierno! Tiene que haber notado que me hizo temblar.
¡Y es que me encantó! ¿Y entonces por qué te separaste, Beatriz Aurora? Si lo que te provocaba era pegarte más a él y besarlo como una loca. Oj oj oj oj. Pero si llego a hacer eso igual hasta se asusta. Oj oj oj oj. Y él tan caballeroso... ¡Con qué voz tan encantadora te pidió que fueras su novia! Y tú deseando echarte en sus brazos y decirle que sí, que eso es lo que más deseabas en la vida. Ser su novia... y su esposa... ¡Frene, Betty! ¿Adónde va tan deprisa? ¡Mire que lo va a asustar como se dé cuenta de lo que está pensando! Claro que en vez de asustarse debió pensar que eras boba... No fuiste capaz de pronunciar una frase coherente. Menos mal que él mismo sugirió que me tomara un tiempo para reflexionar... ¿Cómo si yo tuviera que reflexionar si quiero ser su novia? ¡Sí, quiero! Mañana sin falta se lo digo... Estoy deseando que llegue el día de mañana...”

Esa mañana cuando bajó a desayunar ya Nicolás estaba sentado a la mesa de
su casa. Su papá había salido muy temprano hacia la empresa donde trabajaba, a ver si por fin ese día conseguía que le pagaran su liquidación y Doña Julia trajinaba en la cocina. Cuando le vio la cara a Nicolás, enseguida se dio cuenta, de que estaba enfadado. ¡No en vano lo conocía desde que eran niños!
No tuvo necesidad de preguntarle, porque nada más verla, la abordó.

Ni.: ¿Qué Betty? ¿Cómo le fue anoche? Porque eran más de las doce y aún no había regresado. –Celoso- ¿Lo pasó rico con David?

B.: -Sin darse cuenta del tono de su amigo- Pues... estuvimos hablando de su trabajo y del tiempo que vivió en Estados Unidos mientras estudiaba en Harvard...

Ni.: Ya veo... Oiga Betty, esta noche la invito a cenar en un restaurante nuevo que han abierto en el centro que...

B.: -Interrumpiéndolo- Esta noche no puedo Nicolás.

Ni.: ¿Cómo así? ¿Por qué no puede?

B.: Porque he quedado con... Mario para cenar...

Ni.: ¿Mario? Se refiere al Dr. Calderón.

B.: -Sonriendo- Sí, al mismo. –Mirando el reloj y levantándose para irse- Lo siento Nicolás, pero tengo que irme que voy a llegar tarde. Hasta... Bueno será hasta mañana porque no creo que cuando regrese esta noche usted esté acá todavía. Oj oj oj oj.

Ni.: -Reclamando- Ya veo que la señorita vuelve a llegar tarde esta noche...

B.: No sea cansón, Nicolás. Está peor que mi papá.

Y diciendo esto salió de la casa dejando a Nicolás con la sensación de que definitivamente esa mujer no era para él.

Durante la jornada laboral prácticamente no se vieron y las pocas veces que lo hicieron fue delante de Armando o de los empleados de la planta ejecutiva y se limitaron a hablar de asuntos estrictamente laborales. Betty evitaba su mirada por timidez y él, porque sin saber por qué, se sentía incómodo. Poco antes de la hora de salida, Mario la llamó al hueco.

La novia de Mario CalderónWhere stories live. Discover now