Capitulo 19. ¿Qué es lo que le pasa tigre?

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Acababa de despedir a Betty con apasionados besos en la esquina de casa de sus papás. No supo cómo fue capaz de separarse de ella. Hacía bastante tiempo que sus besos le sabían a poco. Le había pedido que fuesen a su apartamento, pero no hubo modo. Desde el día en que Armando los sorprendió casi a punto de hacer el amor, ella no había querido volver. Por más que él le había insistido ella se había negado rotundamente. Le pedía tiempo. Y Mario estaba cada vez más desesperado.

Para colmo no le provocaba quedar con sus “amiguitas” de siempre. Al principio de su relación, cuando dejaba a Betty en su casa se iba a pasarlo rico con alguna de ellas. Pero últimamente, concretamente desde aquel día en que Armando los “interrumpió”, no sabía por qué motivo no le provocaba quedar con otras tipas. Varias veces había estado a punto de marcar uno de esos números que tenía grabados en su celular, pero sin saber por qué extraña razón, acababa cortando la comunicación.

Al día siguiente de sorprenderlos Armando, él había ido a recogerla a su casa y camino del trabajo le propuso decir a todos en la empresa que eran novios. Betty se asustó un poco. Temía sobre todo las burlas de Doña Marcela, de Don Hugo y del Dr. Valencia, pero en el fondo la halagaba que él se hubiese
decidido a sacar a la luz su relación. Incluso le había insinuado ir a hablar con su papá, pero ella prefirió esperar un poco. La verdad es que Mario suspiró aliviado ante su respuesta porque le asustaba bastante tener que enfrentar al papá de Betty. El jamás en toda su vida había pasado por una situación así.

”Pero un día u otro tendrá que hacerlo, tigre.” Se alarmó ante esos pensamientos. ¿Por qué pensaba eso? Pero si él estaba con Betty sólo por la empresa... y esa relación terminaría en cuanto la empresa regresase a manos de sus legítimos dueños... ”Usted como que está delirando, Calderón.” Pero lo cierto es que sentía una fuerte opresión en el pecho sólo de pensar en terminar su relación con Betty.

Las muchachas del cuartel los habían felicitado efusivamente cuando se enteraron. Sólo Sandra los miró con cara extraña y forzadamente les dio la enhorabuena. ”¿Será que ella se había hecho ilusiones con usted, tigre? Pues la pobrecita lo lleva claro... porque yo no tengo ojos más que para mi Betty.” Volvió a sorprenderse ante ese pensamiento.

La reacción de Hugo fue la de un novio celoso. Mario sabía que el diseñador siempre había estado “coladito” por él. Armando siempre le hacía bromas con eso. Pero a él le incomodaba mucho la situación. No sabía por qué. Con Modestico pasaba algo parecido y en cambio a él no le incomodaba. Lo tomaba a broma y no le daba mayor importancia.

Hu.: -Dirigiéndose a Betty- ¡Vaya con la mosquita muerta! Llega acá como un adefesio y se transforma de repente en vampiresa... ¡Mijita usted no pierde el tiempo! –Hablándole a Betty pero mirando a Mario de arriba abajo con
descaro- Va a tener que enseñarme cómo conquistar a un “papito” como
Mario.

Los dos se incomodaron ante el comentario del diseñador. Betty porque el tono que utilizó era ofensivo. Mario porque sabía que detrás del piropo se escondía un interés real por él. Y eso lo ponía muy nervioso.

Freddy cuando se enteró fue expresamente a su despacho a felicitarlo.

Fre.: Perdóneme, pero discúlpeme, señor Vicepresidente Comercial. A mis oídos ha llegado la nueva noticia de su compromiso con la ilustre y embellecida asistente del presidente. Venía a expresarle mi enhorabuena y a desearle larga vida a su noviazgo –picándole un ojo- y que lo disfruten...

Gutiérrez por su parte, cuando supo por Berta la noticia, le dirigió una mirada lasciva a Betty al tiempo que hacía uno de esos gestos obscenos con la boca y le dijo a Mario en tono confidencial.

La novia de Mario CalderónWhere stories live. Discover now