Día 10. Capítulo 13.

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(Antes de empezar, te sugiero que empieces a reproducir la canción).

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Ernest.

—¿Por qué lo hiciste? —le pregunté a Amelia mientras nos amarrábamos las botas del traje militar.

—He hecho muchas cosas en los 25 años de mi vida —empezó a decir—, así que se más específico.

—No te hagas la sarcástica ahora...

—Sabes que no tenías porque venir —interrumpió.

—Claro que tenía, ¿cómo crees que me sentiría si te matan mientras yo estoy aquí asiendo nada? Tú eras la que no tenía porque venir.

—Lo sé, pero... —lanzó un suspiro—, no sé si pueda con la culpa... Gracias por estar aquí... de verdad.

—Amelia, si tu saltaras de un pozo, yo saltaría contigo.

Una ligera sonrisa apareció en su rostro, pero pronto desapareció.

—Tal vez esto no sea muy distinto a saltar de un pozo.

—Claro que no lo es.

Nos quedamos en silencio.

Por alguna razón, como si fuera solo para molestar, no nos habían llamado aún. Aguardábamos en la sala de espera junto con los demás voluntarios, pero no pasaba nada. No me quedó más que ser sincero de la cosa que había vagado por mi mente desde que me había ofrecido.

—Amelia...

—¿Qué pasa?

—Si no vuelvo...

—Vas a volver —interrumpió—. Ambos vamos a volver. No digas ridiculeces.

—Solo escúchame, ¿si?

—Bien...

—Si no vuelvo, prométeme que vas a seguir.

—¿A que te refieres? —preguntó con el ceño fruncido.

—Promete que vas a seguir adelante, que vas a seguir con el plan, que vas a vivir tu vida, que vas a superar todo esto.

—No necesito prometerlo. Ambos vamos a volver, ya te lo dije.

—No puedes asegurarlo.

Me quedé mirando el suelo. De repente un soldado llegó y nos dijo que lo siguiéramos. Caminé junto con Amelia y los otros hasta salir a la bodega, donde nos esperaban tres ambulancias.

—La morena y el güerito por acá —indicó un soldado a el que nos había llevado hasta aquí.

Obviamente la morena y el güerito éramos Amelia y yo.

Nos subimos a la ambulancia y nos sentamos en los bancos de la parte trasera. No dejaba de mover los pies con nerviosismo. Pasaban los minutos mientras esperábamos, y no llegaban los soldados. No entendía porque tardaban tanto, ¿no podían acabar con todo de una vez?

Cuando una Ciudad Despierta (#TA2021)Where stories live. Discover now