Capitulo 1

213 34 34
                                    

11 meses antes

Quiero dejar de reír pero no puedo, la cara de Ryan es muy graciosa. He derramado mi bebida que estaba realmente fría en sus pantalones e irónicamente intentó soplarse porque le quemaba. Todos en el restaurante nos observan mientras el se seca con una toalla de papel y yo sigo muriendo de risa.

–Basta Alex, no es gracioso– dice mientras intenta parecer enojado pero por su rostro puedo deducir que quiere reír.
–Perdón– digo un poco agitada, me duele el estómago por la risa e intento controlarme. –Si ha sido un poco gracioso– añado sonriente, finalmente cede y sonríe formando el hoyuelo en su mejilla izquierda que tanto me gusta. –¿Un beso?– hago un puchero para convencerlo y funciona.

Pagamos la cuenta y nos apresuramos a salir, afuera hace mucho frío y hay tiempo de lluvia. El teléfono de Ryan suena y contesta mientras subimos a su auto, lo escucho tener una no muy agradable conversación con su madre y luego enciende el auto. Se hace un silencio un poco incómodo y me veo tentada a indagar.

–¿Sucede algo cariño?– tiene sus cejas muy juntas como si intentara concentrarse en algo.

–De hecho si, y sospecho que es algo grave– me acomodo mirando hacia el para escucharlo mientras conduce. –Son mis padres, algo sucede entre ellos y no quieren decirme– Ryan me mira de reojo y lo noto tenso, lo conozco bastante bien nos conocemos desde siempre y nuestros padres trabajan juntos.

–Quizás no deberías preocuparte tanto, si hay algo que ellos quieran decirte lo harán– nuestra relación se basa en la confianza y el apoyo emocional, sobre todo por el hecho de que nuestros padres son militares, y el y yo conocemos la angustia de no saber ni verlos en bastante tiempo. Acaricio su brazo intentando demostrarle mi apoyo, cuando llegamos a mi casa ya está un poco relajado y se despide con un tierno beso en mis labios, siento las cosquillas y las ansias antes de besarlo aún cuando llevamos bastante tiempo juntos.

–Te veré mañana, en el primer receso– dice mientras intenta separar nuestras bocas, lo abrazo muy fuerte para inhalar su aroma antes de bajar del auto.

–Te quiero– susurro en su oído y entró demasiado rápido a casa, ha empezado a caer una leve llovizna, esa es mi parte favorita de la ciudad su clima frío y nublado.

ResilienciaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt