Capitulo 27

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Despierto con una extraña sensación de mareo, la boca me sabe amarga y tengo ganas de vomitar. Cuando levanto la cabeza veo a Zigor frente a mí, me sorprendo un poco por su cercanía. Mis manos están atadas detrás de mi espalda, una sonrisa gélida y sin gracia se dibuja en su rostro.

—¡Por fin despiertas! —exclama con entusiasmo y mira su reloj—. Estamos un poco retrasados de tiempo —se levanta y me doy cuenta que estamos en un lugar abandonado, se acerca hasta un balcón y mira hacia abajo—. ¿Crees que soportarías una caída desde aquí? —pregunta divertido, estoy tan asustada que no puedo hablar, siento mi garganta seca y un nudo que amenaza con rebasarme.

Con mucho esfuerzo intento soltar el amarre en mis manos pero es muy doloroso, siento que poco a poco se afloja pero no cede.

—Si fueras buena acabarias con esto de una vez —su voz cantarina me indica que disfruta hacer esto.

—¿A que te refieres? —pregunto con miedo.

—Puedes quedarte conmigo, te daré todo lo que quieras —sus ojos se encuentra con los míos esperando por una respuesta.

No conozco a este tipo de nada, solo me ha secuestrado, mató a Ryan y me ha hecho sufrir de mil maneras y espera que vaya con él, debe estar mal de la cabeza.

Niego repetidas veces—. ¿Por qué iría contigo? —pregunto con desprecio, solo imaginar el hecho de huir con él me causa escalofríos.

—Porque así es la única forma en que vivirás—sonrie victorioso, y empiezo a sospechar que tiene razón, los otros tipos también quieren matarme. No sé dónde está Brays o si aún vive, pero prefiero morir antes de ir con este loco.

—¡Eres un maldito loco! —grito con odio, quiero que sepa cuanto lo desprecio—. Te odio, jamás iría contigo —su mirada se llena de rabia y aprieta sus puños con fuerza—. ¡Prefiero morir!

Camina con rapidez hacia mí, empiezo a moverme desesperada pero el amarre no cede y la impotencia puede más con el miedo.

Empuña mi rostro con fuerza y acerca sus labios a los míos, pero me niego a besarlo, aprieto con fuerza mis labios pero su agarre es más fuerte, siento el sabor metalizado de la sangre en mi boca y una lágrima se escapa de mi ojo. Posa sus labios sobre los míos besándome a la fuerza, mi estómago se revuelve y cuando se separa de mí escupo toda la sangre en su cara.

Sonríe con malicia—. Por eso siempre me gustaste Alex, eres fuerte —pasa el dedo por la sangre y lo saborea—. Quiero saber si lo seras cuando sepas la verdad —se le escapa una risa malévola. Empiezo a llorar sin control, estoy perdida en un pesadilla de la que no logro despertar—. Ahora te voy a soltar.

Poco a poco va soltando el amarre de mis manos, ni siquiera me esfuerzo en escapar no tendría oportunidad.

—Quiero saber la verdad —pido entre lágrimas, mi voz apenas es audible, voy a morir, voy a estar con Ryan y desearía que no fuera así, quisiera ver una vez más a mis padres, quisiera abrazar a Amy, reír con Mara y Mike, quisiera que Brays estuviera aquí—. Por favor, necesito saber la verdad —pido suplicante.

—Esta bien, te has ganado ese derecho —estoy asustada y mi corazón no deja de latir con rapidez, mis manos sudan, voy a saber quien mato a Ryan, o al menos quien dio la orden—. Nunca planeamos secuestrarte a ti, estuviste en el lugar equivocado ese día.

Me mira fijamente mientras sus ojos se iluminan con emoción—. Solo nos llevaríamos a tu novio, la orden era retenerlo un mes y luego matarlo —mi corazón se parte un poco más al escuchar como habla tan fácil de quitar una vida, nada va a devolver a Ryan pero desearía ver a Zigor muerto—. Obviamente todo salió mal, no nos querían pagar así que la cosa se complicó, empecé a tener esta extraña atracción por ti, me gustaba observarte.

Mi piel se eriza al pensar en todo el tiempo que estuve retenida por este loco, mi cabeza empieza a dar vueltas y los recuerdos empiezan a aparecer en mi memoria.

—¿Quieres saber porque Ryan no sobrevivió? —pregunta sonriente—. Arsénico —exclama entre dientes, no entiendo muy bien lo que quiere decir.

—¿A que te refieres? —mi voz es temblorosa.

—El arsénico lo mato, cuando le disparé no fue letal, no soportó porque estaba envenenado —cierro los ojos y caigo al suelo, siento que todo da vueltas, empiezo a recordar.

Veo a Ryan en la cama sus manos están atadas, está magullado, su rostro luce muy pálido, escucho disparos y abro nuevamente los ojos.

—Por eso no recuerdas nada, estuvimos dándoles arsénico todos esos meses —estoy en el suelo y me observa desde arriba—. Te daba dosis más pequeñas a ti, te quería viva para mí —lo veo alejarse y caminar de un lado a otro—. El día que nos encontraron iban a matarlos a ambos, llego el jefe o como tú lo conoces Walter Smith.

Creo que empiezo a alucinar y que me estoy volviendo loca, él no pudo haber dicho Walter Smith ¿O si? No, por supuesto que no, el padre de Ryan no podía estar involucrado en esto.

Me incorporo lentamente—. Es mentira, ¡Tu mataste a Ryan! —grito con impotencia, estoy muy débil y mi cuerpo no resiste. Zigor pone su mano en mi cabeza y me recuesta con cuidado en el suelo.

—Esa perra siguió dándote arsénico —susurra con odio—. ¿Cuantas veces fuiste con la psicóloga? —su mano acaricia mi mejilla.

—¿Dayana está involucrada? —el asiente.

—Dayana trabaja para Walter, quien mato a Ryan fue su propio padre —estoy en shock, quiero llorar pero no hay lágrimas.

Estuve tanto tiempo buscando la verdad, queriendo entender porque hicieron esto, ahora que sabía la verdad me negaba a aceptarla.

—¿Porque lo hizo? —necesitaba saberlo.

—Por dinero, todos esos militares de altos mandos están podridos —vuelvo a incorporarme está vez con su ayuda—. Cuando Walter se enteró que Ryan no era su hijo enloqueció, planeo todo esto para recuperar el dinero que sería depositado a su hijo cuando el muriera, una especie de pensión, solo se puede ser devuelta si el hijo fallece —por un momento creo ver compasión en los ojos de Zigor, debo verme bastante mal porque saca de una mochila una botella con agua que me niego a beber—. No te preocupes, no quiero matarte, quiero que estés conmigo —le arrebato la botella y la lanzó lejos, me pongo de pie dispuesta a luchar.

Estaba derrotada, no podía creer que la muerte de Ryan fuera por dinero, nadie podía ser tan cruel y banal para hacer algo así. Él no merecía morir de aquella manera, tenía una vida por delante y le arrebataron la oportunidad de soñar.

—¡Zigor rindete! —una luz de esperanza ilumina mi camino cuando escucho aquella voz, es la voz de Brays.

Zigor toma un arma y me apunta haciéndome señas para que vaya hacia él.

—Ven o te mato —niego con mi cabeza—. ¿Crees que él te ama? —rie sin gracia—. Estas equivocada.

Veo entrar a Brays, pero luce tan diferente, tiene un chaleco antibalas, y lo que parece ser todo tipo de artefactos cuelgan de el, se parece mucho a un combatiente de las fuerzas. Mis recuerdos pasan por mi mente de manera muy rápida y vuelvo a sentirme mareada.

—Si te acercas la mato —dice Zigor mientras camina hacia mí, su arma queda en toda la parte de atrás de mi cabeza.

Dejaré esto por aquí y me retiraré lentamente.

Nuevo capítulo, espero que les guste, no olviden votar y comentar.... Bueno ya se sabe parte de la verdad.... Comentenme que les parece el capítulo, gracias por leer ✨♥️

ResilienciaWhere stories live. Discover now