Capitulo 26

36 6 27
                                    

—Hola Alex —pronunció con acento extraño, me levanta de un tirón y me mira atento. Quería correr pero no tenía oportunidad—. ¿Por las buenas o por las malas? —preguntó sonriente. Era realmente atractivo, era un chico joven con una sonrisa demente.

Caminé a la par de él por las buenas porque ya tenía claro que por las malas no lograría nada, mi mente solo pensaba en Brays y las lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas, extrañamente la facultad parecía estar vacía, nadie vendría a ayudarme. Subimos a un auto deportivo y emprendió la marcha, estaba perdida, solo rogaba porque Brays no estuviera muerto.

—¿Puedes creer que he destruido toda la facultad por tenerte? —pregunta emoción, él disfrutaba hacer esto.

—¿Quién eres? ¿Porque haces esto? —empezaba a sentirme enojada, estaba cansada de huir del peligro, si iba a morir lo haría luchando.

—Perdón, que descortés, mi nombre es Zigor —exclamo en tono seductor, volvió a sonreir—. Verás yo hago esto por ti —no entendía su respuesta.

—¡Porque no me matas de una vez y ya! —grite impotente—. ¡Acaba con esto! —senti mi voz quebrarse, era tan débil.

—Si aceptas venir conmigo no te mataré —dijo en tono serio, su expresión había cambiado, me sentía como si estuviera hablando con dos personas al mismo tiempo.

—¿Tu mataste a Ryan? —un suspiro salió de su boca cuando hice aquella pregunta.

—Si, en retrospectiva yo disparé —senti mi corazón quebrarse, él había matado a Ryan y parecía no importarle admitirlo. Me lancé contra él, dándole golpes, quería acabarlo, quería que sufriera. El auto se salió del carril y freno en seco, ambos nos estremecimos por la brusquedad del movimiento. Su mano viajo hasta mi cuello y lo apretó.

—¡Basta! —grito cerca de mi rostro—. Deja de hacer estupideces —susurro mientras con su mano apretaba fuertemente, su mirada penetrante causaba escalofríos—. Yo disparé, pero fue una orden, ¿Sabes? Me pagan por hacer esto, el secuestro, todo fue pago —sus palabras me dejaron sorprendida, empezaba a obtener respuestas.

—¿Quién lo ordenó? —pregunte con voz temblorosa, aún no retiraba el agarre de mi cuello.

—¿Adler aún no te dice nada? —cuestiona y sonrie burlón—. Esto se pone cada vez más divertido —no logro entender muy bien por su extraño acento.

—¿Adler? ¿De que hablas? —rie fuertemente haciéndome sentir estúpida.

—Ven conmigo y te diré la verdad —pidio. Jamas iría con él, para mí era un asqueroso ser que no merecía vivir, la vida de Ryan había sido arrebatada por aquel chico de ojos grises que parecía estar loco. Fue mi turno de reír.

—Estas loco —afirme mirándolo a los ojos, pude ver la decepción en sus ojos, bajo su cabeza para luego mirarme con esa sonrisa tan macabra que portaba.

—¿Wahnsinnig? —pronuncio, rápidamente roceo mi rostro con un gas, intenté detenerlo pero fue inútil, cai en un profundo sueño.

Brays.

Corro desesperadamente por la facultad en busca de Alex pero no está por ningún lado, decido volver donde dejé el cuerpo de aquel hombre que fue uno de sus secuestradores, él debía tener información, se veía magullado por los golpes pero aún estaba consciente. Al verme intento tomar una de las armas que yacían en el suelo pero fue inútil, estaba muy herido.

—¿Donde está? —pregunte con odio, puse mi pie en la herida de su hombro—. ¡Habla! —el hombre chillo como cobarde.

—No.. no sabemos... Zigor nos traicionó —sabia que él estaba detrás de todo esto, después de tanto tiempo él destino volvía a juntarnos—. ¿Trabajan para Walter Smith? —aunque ya estaba seguro de eso necesitaba confirmarlo, el hombre asintió—. ¡Maldito hijo de perra! —di una patada en su rostro dejándolo inconsciente.

Saque mi teléfono que estaba manchado de sangre, limpie la pantalla e hice la llamada que tanto temía hacer.

—Perdí a Alexandra —intente sonar firme pero en realidad estaba asustado, la sensación de angustia invadía mi pecho. El silencio fue lo único que escuché al otro lado de la línea.

Era el momento de la verdad, de jugarmela toda por lo que estaba sintiendo, había pasado mi vida obedeciendo y tratando de redimir mi pasado, era tiempo de levantar la cabeza y luchar por lo que quería y la quería a ella.

Subo a mi auto y emprendo la marcha sin saber dónde ir, ¿Como haría para encontrarla? Mi teléfono suena y lo tomo de inmediato.

—¿Donde está la chica? —preguntan del otro lado de la línea, reconozco perfectamente esa voz.

—Estas acabado maldito, la verdad se sabrá y pagarás muy caro —amenazo, el hombre rie sin gracia.

—Zigor la matará antes de que ella pueda decir una sola palabra —sus palabras revuelven mi estómago—. Tu hermano si que está demente —corta la llamada y doy un puñetazo al volante, el teléfono vuelve a sonar y lo tomo dispuesto a maldecir al imbecil.

—Maldito... Si... —pero la voz al otro lado me interrumpe.

—La rastreamos, está al sur de la ciudad, en un edificio abandonado —doy un volantazo y giro bruscamente—. No actúes solo —me ordenan pero ya no estoy dispuesto a obedecer órdenes.

Si voy hacer esto tengo que hacerlo bien, conozco a Zigor muy bien para saber que debo ir preparado. Estaciono en mi antiguo departamento, cambio mi suéter lleno de sangre, tomo las armas necesarias y antes de salir vuelvo a mi antigua habitación, reviso el nochero y saco la pequeña navaja que lleva tanto tiempo guardada, la última vez que la use también fue la última vez que vi a mi hermano, fue la última vez que vi a Zigor.

Hola ¿Como está todo? Espero que bien
Nos acercamos cada vez más al final ✨ estoy emocionada y triste 🥺😭

No olviden votar y comentar, me ayudan mucho, mil gracias ❤️✨

ResilienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora