Resiliencia

Capitulo 13

Me siento rara entre tanta gente que no conozco, no imaginé que en una clase pudieran haber tantos estudiantes, lo peor de todo es que Mara no va a esta clase conmigo. Me siento en la parte del medio porque creo que ahí nadie va a reparar en mi, la clase empieza y me limito a concentrarme, más tarde es inevitable no escuchar el cuchicheo en la parte de atrás. Ya no presto atención a la clase si no al murmullo de atrás.

–Te estoy diciendo que si es, solo mírala– paso mi cabello por detrás de la oreja y me remuevo incómoda.

–No es, después del secuestro la chica quedó loca, la internaron o algo así– quiero pensar que no están hablando de mi, pero me siento impotente porque se que es así, están especulando y diciendo cosas sin saber, esa es otra parte difícil en esto, durante meses aguante todo tipo de noticias y chismes sobre mi secuestro, sobre mi vida y sobre la muerte de Ryan. Me levanto rápido y procedo a salir de clases, mientras el maestro me observa sin decir nada.

En el pasillo arrojo mi mochila con fuerza y empiezo a llorar, los recuerdos vienen a mi mente, las veces que tuve explicar una y otra vez como ocurrió todo, que nos hicieron, como nos lastimaron, como vi morir a Ryan. Es frustrante porque aunque me esfuerzo por contar todo hay partes que no encuentro, tengo vacíos en mi mente, la sensación de que algo falta allí, de pasar algo por alto, detalles, palabras, me he esforzado miles de veces en recordar algún rostro pero no lo logro. Respiro profundo y recojo mis cosas, como puedo limpio mis lágrimas y voy a la cafetería. Pido de desayunar y me siento sola en una mesa, solo estamos una chica pelirroja que parece que está en otro mundo y yo, que me encuentro en mi propia pesadilla.

Ya he terminado de comer cuando la cafetería empieza a llenarse, alguien tapa mis ojos con sus manos y siento pánico.

–Adivina quien soy– pregunta la voz chillona de Mara, quito sus manos con fuerza de mi rostro.

–¡No vuelvas hacer eso!– grito de manera furiosa, la pobre chica me mira, su rostro asustado y confundido me hacen sentir culpable.

–Lo...lo siento...yo...– alguien pone su mano en mi hombro y vuelvo a quitarla bruscamente, ahora es Mike quien me observa confundido, y no solo el; Brays también está aquí y todos los que están en la cafetería me observan.

–Tranquilizate Alex, vamos afuera– mi respiración es agitada, me siento atrapada entre tantas miradas, me sorprendo al mirar a Brays que luce preocupado.

–Perdón...yo..Mara...– solo puedo balbucear palabras sin terminar, siento un pitido en mis oídos y la voz de Mike se escucha bastante lejos, lo último que logro ver es el rostro de Brays.

***

Sangre, disparos y una explosión, me levanto llena de polvo, mi manos sangran y escucho un helicóptero a lo lejos, observo a todas partes y veo a Ryan. Intento correr, de nuevo estoy aquí, empiezo a gritar pidiendo ayuda, quiero llegar a Ryan y abrazarlo, cada vez estoy más cerca pero es como si nunca llegara a él, un rostro borroso y unos ojos azules me observan.

–Alex vas a estar bien– volteo en busca de aquella voz, pero no hay nadie, despierto en una habitación blanca.

Estoy en una cama de hospital, me despierto muy agitada y llamando el nombre de Ryan, intento desconectar los cables de mi brazo con desespero.

–Alex, calmate– Brays está aquí, lo miro confundida, no se qué pasó ni porque estoy aquí. –Todo va estar bien– me toma entre sus brazos y me sostiene mientras susurra que voy a estar bien, me dejo llevar por esas palabras porque quiero pensar que algún día volveré a estar bien. Cuando mi respiración es más calmada me separo de el.

–¿Que ha pasado?– pregunto con voz temblorosa mientras intento recordar, se que estaba en la cafetería y luego no hay nada, solo oscuridad.

–Te desmayaste, en la facultad– recuerdo que estaba desayunando. –Fue una especie de ataque de pánico, pero ya estás mejor– aprieto mis labios, y tomo fuerzas para mirar a Brays, sus ojos penetrantes observan los míos, y sé que lo sabe, sabe lo que me ha pasado.