Capitulo 24

34 7 26
                                    

Me dolía la cabeza, sentía una fuerte palpitación del lado izquierdo, también me dolía la boca, intentaba abrir mis ojos pero estaban muy pesados, podía recordar todo lo que había pasado.

Solo podía pensar en llamar a mis padres, estaba en peligro, no sabía dónde estaba, y me sentía muy mal. Intenté nuevamente abrir mis ojos y con esfuerzo pude ver una ventana, pero no era mi ventana, recorrí con mi vista aquella habitación y justo en los pieceros de la cama estaba Brays.

Su espalda desnuda estaba manchada de sangre y tenia un moretón en sus costillas, me incorpore lentamente y él se dio vuelta. Tenía un moretón cerca de la boca y sus nudillos estaban vendados.

—¿Como te sientes? —pregunto muy serio, sus ojos azules lucian muy decaídos, y era normal, aún no entendía como es que habíamos llegado a esta habitación.

—¿Que sucedió? —ignoró mi pregunta, se sentó al costado de la cama, nuestras miradas conectaron, sentía que intentaba decir algo pero no sabía exactamente qué era—. ¿Donde estamos? ¿Como llegamos aquí? —su silencio solo aumentaban mis nervios, y las ganas de llorar me estaban ganando.

—Alex debes volver con tu padre —mis manos empezaron a temblar, él no sabía nada de mí padre, porque me pedía volver con él.

—¿Que hay de ti? —él me había salvado y ahora estaba en peligro por mi culpa—. Tu también estás en peligro —negó con su cabeza.

—Yo puedo defenderme solo —recordé entonces la manera ágil con que enfrentó a aquel chico de ojos grises.

—¿Quien eres Brays? —esa era la pregunta que rondaba mi mente desde la primera vez que lo conocí—. Un estudiante de psicología no pelea de la forma en que tú lo hiciste, no voy a ir a ningún lado si no obtengo respuestas —no apartaba su mirada de mí ni un segundo, sus hermosos ojos azules recorrían cada centímetro de mi rostro, como intentando grabar cada parte en sus recuerdos.

—Te prometo que tendrás tus respuestas, tu padre va a dartelas —iba a hablar pero sus dedos se posaron en mis labios—. No hagas más preguntas y descansa —salio de la habitación no sin antes darme un par de analgésicos.

Después de que Brays se fuera me quedé tendida en la cama pensando, el dolor de cabeza había disminuido y había ido al pequeño baño de la habitación a asearme. Estaba segura de Brays sabía cosas, y tenia miedo de que fueran cosas malas, tenia sentimientos por él y pensar en que era una mala persona me destruía, aunque aún no estaba segura de ello, sabía que la verdad podría acabar conmigo.

Sali de la habitación por algo de comer y encontré a Brays en la cocina aún estaba sin camisa. Tenia un cuerpo muy bien trabajado y el tatuaje en su brazo combinaba perfecto con su piel clara.

—¿Tienes hambre? —pregunto sin mirarme.

—Si, un poco —sirvió dos platos de sopa y nos sentamos a comer.

La verdad para mí era un desafío no hacer preguntas, tenía mi cabeza llena de ellas.

—¿Esta es tu casa? —pregunte mientras lo observaba, era extraño que pensara que su rostro incluso con aquel moretón lucia muy sexy, Brays siempre había tenido un aura misteriosa, ahora tenia la pinta completa de chico malo.

—No es mi casa —respondio después de un momento—. Pero estas a salvo aquí —sonrío, eso me hizo sentir un poco mejor.

Después de comer me ofrecí a lavar los platos mientras él se aseaba, más tarde lo convenceria de curar la herida en su espalda. Cuando termine, husmee un poco por aquel lugar, era pequeño, había una pequeña sala, la cocina, un balcón, y la única habitación era en la que yo había despertado.

Decidí ir a ver a Brays, toque la puerta antes de entrar, aún estaba en el baño, no habían celulares, ni televisión, ¿Quien vivía en un lugar así? La puerta del baño se abrió y salió envuelto en una toalla, se sorprendió un poco al verme.

—Puedo curar tu herida en la espalda —no era una pregunta, iba a hacerlo. Volvió al baño y trajo lo indicado para curarlo.

Se sentó en el borde de la cama, y me posicione detrás de él, era una herida larga pero poco profunda, soltó un quejido cuando pase el algodón con alcohol por la herida.

—Puedes pelear con un chico asesino pero no aguantas un poco de alcohol en la herida —me burle y sentí como se estremecía su cuerpo al reír.

—Cuando peleaba solo pensaba en protegerte, no en el dolor —no era en palabras lo más tierno del mundo, pero en gestos era lo mejor que alguien había hecho por mí, Ryan murió protegiendome no quería lo mismo para Brays.

—Gracias por eso —deje un cálido beso en su hombro y baje de la cama—. Listo, ahora, ¿Donde dormirás tu? —su semblante había cambiado, ahora se veía un poco más relajado.

—Aquí —palmeó la cama—. Contigo —la idea de dormir con Brays me ponía nerviosa, y despertaba sensaciones extrañas en mi cuerpo.

—Es temprano para dormir —digo para apaciguar los nervios, pero se pone peor.

—¿Que propones entonces? —su voz es baja y ronca, su sonrisa pícara me hace pensar cosas innecesarias.

—¡Basta! —exclamo avergonzada—. Vamos por algo de tomar —voy a la cocina y me sirvo un poco de jugo, al rato Brays aparece con una sudadera y el pecho descubierto, tengo que controlarme o este chico va a volverme loca.

—¿Que es eso? —me rodea por la espalda y besa mi cuello.

—Estoy bebiendo jugo ¿Quieres? —le ofrezco de mi vaso y bebe un poco—. ¿Te sientes mejor? —luce mejor, pero no sé cuánto le duelan los moretones.

—Estoy mejor porque estás conmigo —sonríe llenando mi pecho de felicidad, me siento tonta por sentirme en las nubes, Brays hace que olvidé todo lo malo que ha sucedido.

Me doy vuelta para quedar frente a él y beso de manera suave sus labios, sus manos cálidas rodean mi cintura y siento el calor que emana su cuerpo. Me separo un poco y está vez él es quien me besa de manera apasionada, sus labios succionan los míos, y sus manos acarician mi espalda, mi cuerpo entero se eriza y suelto un pequeño gemido cuando una de sus manos viaja a mi trasero.

—Me gustas Alexandra —mi cuerpo tiembla cuando dice mi nombre de aquella manera, nunca había deseado tanto algo como ahora deseo a Brays.

Rodeo su cuerpo con mis piernas y me levanta, sus manos están en mi trasero y no sé si esto está bien, pero lo deseo, me he pasado mucho tiempo limitándome a vivir por miedo, está noche solo quiero dejar que todo fluya.

Camina hasta la habitación y me baja en la cama, paso mi mano por su pecho, su piel es suave y sus músculos duros. Acomoda un mechón de cabello detrás de mi oreja y luego besa mi mejilla, desciende hasta llegar a mi cuello y pierdo el control cuando succiona con suavidad.

Es delicado, su cuerpo compacta con el mio como si estuvieran hechos a medida, todas las sensaciones que me invaden son magníficas y me llevan a una estado de placer cada vez que Brays entra y sale de mi con suavidad, nuestros jadeos son el único sonido en la habitación y paso mi dedo por sus labios suaves cuando llega a su límite.

Se deja caer sobre mi pecho desnudo y puedo sentir como poco a poco su respiración se va normalizando.

Levanta su cabeza y me mira con aquellos ojos azules que son infinitos y sonríe—. Te quiero Alex —no sé si es porque estoy sensible, pero un nudo se instala en mi garganta y solo puedo sonreír ante aquellas palabras.

—Te quiero Brays —digo en un susurro que solo yo logro escuchar.

Holis ¿Como están? Espero que muy bien ✨

Nuevoooo capitulo ¿Que les pareció? Déjenme sus comentarios, no olviden votar ❤️✨

En otras noticias, ya falta poco para el final de la historia 🥺 estén atentos que estaré subiendo pronto un nuevo capítulo, besos 😘🥰

ResilienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora