Capitulo 17

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Estoy en un pequeño receso de clases, Mike y Mara están conmigo, ambos hablan de una dichosa fiesta en la que no estoy interesada y ambos se han hecho muy amigos.

–Por cierto Alex, el padre de Ryan fue a visitarnos– menciona Mike, su tono suena apagado cuando hace mención de Ryan. La noche que ese hombre fue a mi departamento se alteró demasiado y me asusté mucho.

–Si...que..¿que dijo?– al parecer ninguno de los dos nota mi nerviosismo, y eso me alivia no quiero estar dando explicaciones.

–No mucho, se le ve muy bien...ya sabes– Mike me mira dudoso, se que tiene miedo de mencionar algo que pueda lastimarme, lo que el no sabe es que ya nada puede ser peor. –Se irá un tiempo, al parecer el capitán de la OSG quiere que dirija una operación– asiento y sonrió sin mostrar mis dientes.

Es un alivio para mi saber que el hombre estará lejos, por otro lado lo compadezco debe ser doloroso para el saber que lo último que le ofreció a su hijo fue desprecio, finalmente pienso en papá ya estoy acostumbrada a su trabajo en la milicia pero aún así es angustiante, si el padre de Ryan se va eso quiere decir que papá no volverá a casa como lo tenía previsto.

–No entiendo de qué hablan– se queja Mara, luego voltea a verme con una sonrisa en su rostro. –¿Puedes acompañarme de compras?– pregunta más emocionada de lo que me gustaría, me lo pienso un momento y creó que se lo debo.

–Bien, pero no daré opinión sobre nada– no soy de compras porque nada me gusta y lo que me gusta no me queda, en fin, prefiero dejarme llevar y listo. Mi celular suena, es extraño porque solo mamá me llama y lo hace por las noches, miro la pantalla y siento mi corazón acelerarse, es Amy. Me pongo de pie mientras recojo mis cosas.

–¿A donde vas?– pregunta Mike, les enseño mi teléfono y camino lejos de ellos, tomo aire para poder contestar.

Me quedo en silencio.

Hola... Alex, estas ahí?– unas inmensas ganas de llorar me llenan y tengo que ser fuerte para poder hablar.

Si, aquí estoy– respondo, la línea se queda en silencio y pienso que ha cortado la llamada. –Hola– hablo de nuevo.

Perdón... ¡Dios! Alex es que no pensé que responderías...yo.. ¿como estas?– ella está llorando puedo sentirlo en su voz, no me quedo muy atrás mis mejillas están empapadas.

Bien, ¿como te ha ido?– me resulta un poco incómodo hablar con ella, extraño tanto a Amy, es mi mejor amiga y me duele tenerla lejos, soy una cobarde por huir y no enfrentar el sufrimiento como se debe.

Bien, extrañándote, te extraño todos los dias– su voz se corta por el llanto y siento mi pecho presionado por el dolor.

Perdoname Amy, también te extraño, perdoname por lo que hice pero no podía seguir allí, yooo... No puedo– corto la llamada y me echó a llorar en un rincón, odio ser tan débil, odio estar lejos de casa.

Después de limpiar mi rostro en el baño me dirijo a mi clase, ya voy tarde pero no puedo perderla. Me cruzo con la rubia que hizo que me mandaran al psicólogo, me mira de mala gana pero al menos ya no se mete conmigo, entro a clases y me excuso con la maestra.

Observo mi trabajo, no es muy bueno, tampoco es tan malo. Pienso si es normal que ya no dibuje como antes, siento que no es lo mismo y aunque me esfuerzo nada logra salirme igual. Anteriormente mis cuadros estaban llenos de vida y colores, tenía buena técnica. Ahora son buenos pero no logran transmitir buena energía, siento en ellos dolor y angustia.

–Bien chicos, dejen todo hasta ahí– la profesora de dibujo empieza a recoger sus cosas, la clase ha terminado. –En la próxima clase desarrollaremos una nueva técnica– anuncia animada, genial, yo no puedo perfeccionar está y ya vamos a entrar a una nueva. Es la última clase pero hoy inician mis secciones con la psicóloga, limpio mis manos en el delantal que traigo puesto pero no quedan del todo limpias, le resto importancia y salgo de allí.

ResilienciaWhere stories live. Discover now