Capitulo 12

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Voy tarde a mi materia electiva, estaciono en el parking de la facultad y un auto negro me cierra el paso, automáticamente siento miedo, las secuelas del secuestro han ido desapareciendo pero jamás terminan de borrarse por completo. Una chica asoma la cabeza por la ventana del conductor y me ofrece una disculpa, me quedo un momento intentando calmar mi respiración y trato de no pensar en nada.

Camino apresuradamente y efectivamente llego tarde, la maestra me da una mirada de reproche y me indica que entre, no hay muchos asientos disponibles y me ubico en la parte de atras. Me concentro en la clase hasta cierto punto donde empiezo a sentirme incómoda, la sensación de ser observada me invade y instintivamente volteo a mi derecha. El chico de ojos azules que estaba con Mike está en esta clase conmigo y no me había dado cuenta, el aparta la vista rápidamente pero lo he pillado mirándome, decido devolverle el favor y lo observo detalladamente, pelo castaño oscuro, ojos azules, piel blanca y posee una aura misteriosa de cierta manera no me inspira confianza, y no me saco de la cabeza la idea de haberlo visto en alguna parte.

La clase termina y salgo rápidamente para mí sorpresa me topo de frente con mis padres, hace meses no le veía la cara a papá y a decir verdad no luce muy bien, empiezo a sudar y los nervios se apoderan de mí. Alguien choca conmigo y volteo para ver quién es el imprudente. Brays el chico de ojos azules, me mira penetrante y luego a mis padres, su rostro palidece.

-Disculpen- dice apenas en un susurro y se devuelve por el lado contrario. Observo como se aleja y luego me devuelvo a mi realidad, mis padres están aquí.

-¿Que hacen aquí?- pregunto mientras paso al lado de ellos, mamá tiene los ojos rojos de tanto lloriquear y me alcanza para abrazarme mientras camino, me dirijo a la zona de los baños, por alguna extraña razón es la parte menos concurrida.

-No, la pregunta es ¿Que haces tú aquí?- contraataca papá, mis nervios le van dando paso a la ira, trato de calmar mis emociones pero que mi padre me hable de esa manera me llena de enojo.

-Estudiando- respondo en tono sarcástico.

-En casa hacías lo mismo Alex, que está pasando, debes volver con tu madre- no aguanto más y me safo del agarre de mamá.

-¿Para que? No me vengas con el cuento de qué ahora te importa mi vida, te recuerdo que hace meses cuando te necesite me abandonaste- se me quiebra la voz. -No puedo seguir allá, nada es igual, tu deberías saberlo- ahora estoy sollozando y ni siquiera me molesto en limpiar mis lágrimas, perfecto. -Perdí mi vida y estoy intentando crear una nueva- esa es la verdad o al menos lo que quiero pensar, el dolor que siento en mi pecho me oprime y por momentos siento que pierdo la respiración. Esto no es dolor, dolor es cuando te caes y te raspas; esto es otra cosa, nadie puede llamar dolor a algo tan grande. Mi padre me toma entre sus brazos pero no siento nada, aquel abrazo llegó tarde, mi mente se va a un lugar lejano tratando de imaginar que algún día voy a sanar.

-Perdoname mi niña, perdón por no estar ahí- su voz súplicante solo me debilita más, levanta mi rostro y limpia mis lágrimas. -Estoy intentando con todas mis fuerzas, protegerte, pero te necesito en casa- me separo de el y vuelvo al lado de mamá, no había notado la gran bolsa que trae en su mano.

-¡No! Aquí estoy bien, no voy a volver- miro a mi madre porque sé que a ella es la que más le duele, pero no puedo volver, ya di el primer paso y no pienso retroceder. -No puedo mamá, déjame quedarme aquí y te prometo que voy a mejorar- ella toma aíre y se hace un silencio, finalmente asiente, es una decisión dolorosa porque sé cuánto me ama mi madre pero ella más que nadie sabe que debo mejorar.

-Te quiero en casa mi Alex, lo anhelo, pero quiero mil veces más que mejores- la profundidad de su mirada me da esperanzas. -No quiero volver a verte triste, no quiero que mi hija vuelva apagarse- me da una cálida sonrisa y luego nos damos un abrazo familiar.

Tenemos un momento incómodo en dónde le pido a papá que deje de rastrearme, se que su trabajo le provee todo tipo de tecnología como para poder tenerme vigilada y eso es algo que no quiero, la bolsa que traía mi madre era ropa que había dejado y algunas cosas personales.

Los despido en el estacionamiento y cuando ya me encuentro sola suelto un suspiro de alivio, verlos me alegra mucho pero también me hace recordar.

-Hola- dice una voz masculina a mis espalda, doy un brinquito y me volteo sorprendida. Es el chico de ojos azules.

-Hola- contesto de mala gana.

-Eres Alexandra ¿Cierto?- estoy casi segura que el sabe perfectamente que ese es mi nombre, simplemente le doy un asentimiento. -Fui muy mal educado la primera vez, un gusto soy Brays- extiende su mano, no quiero parecer demasiado borde así que la acepto, doy un leve apretón pero el no me suelta, nos quedamos observando, siento nuevamente una sensación extraña al ver sus ojos.

-¿Ya puedes soltar mi mano?- pregunto un poco confundida, el levanta sus cejas y luego me suelta.

-Vaya, perdón es que me quedé pensando- en mi mente solo puedo procesar que es un tipo muy extraño. -Tienes algo en tu cabello- dice mientras señala mi cabeza, institivamente llevo mi mano hacia mi cabello.

-¿Que, que tengo?- me avergüenzo un poco, se que mi presentación no es la mejor y el hecho de que mamá dijera que debía arreglarme un poquito más hacen que mis mejillas se sonrojen.

-Ya no es nada, nos vemos- aún intento apartar lo que sea de mi cabello y el chico ya está lejos de mí. Camino hacia mi siguiente clase no sin antes darme una pasada por el baño para peinar mi cabello.

Holaaaa!!! Que tal?
Bueno este capítulo era importante, para aclarar algunas cosas, entra en escena Brays. ¿Que opinán ustedes? Teoría?

Otro tema importante acá es el dolor, ¿que piensan de Alex? muchos quizás hemos tenido la sensación de sentirnos derrotados, está historia está inspirado en esos sentimientos que muchas veces no sabemos manejar y que nos lastiman, como siempre les deseo muchas buenas vibras y si están pasando un momento malo espero que todo mejore, besos y abrazo virtual ♥️

ResilienciaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt