Capitulo 25

38 6 44
                                    

Cuando despierto siento una sensación agradable en mi pecho, no me arrepiento de lo que sucedió anoche, por el contrario estaría dispuesta a repetirlo mil veces. Estiro mi brazo pero no siento el cuerpo de Brays, doy la vuelta pero la cama está vacía, me levanto y voy al baño a asearme.

Cuando salgo Brays está en la cocina, lleva puesto un pantalón camuflado, suéter negro y botas, el moretón de su cara aún se ve un poco.

—¿Quieres desayunar? —se le ve afanado y nervioso.

—Si, por favor —digo sentándome en una silla, sirve solo un plato y se sienta frente a mi, me observa fijamente—. ¿Que pasa? —pregunto preocupada.

—Debemos volver —mi cuerpo se tensa, pero esa es la realidad, aún estoy en peligro.

—¿A dónde iremos? —yo planeaba en mi mente que el viniera conmigo.

—Iremos a darte de baja a la facultad y a despedirte de los chicos —había olvidado a mis amigos, mi madre debía estar preocupada y Amy, ¡Dios! Nadie sabía dónde estábamos—. Luego te llevaré con tu padre —agregó.

—¿Conoces a mi padre? —Brays hablaba de mi padre como si lo conociera.

—Asi es, pero recuerda el te dará las respuestas —senti nuevamente el nudo en mi garganta y se me había ido el apetito.

Resulto que no estábamos tan lejos de la ciudad, al llegar a la facultad lo primero que hice fue buscar a Mara.

—¡Alex! —exclamo sorprendida al verme, nos dimos un abrazo que descubrí que necesitaba—. ¿Donde estabas? —vio a Brays que estaba hablando por teléfono—. ¿Quién lo golpeó? ¿Esta todo bien? —vimos a Mike quien venía corriendo con el móvil en la oreja.

—¿Donde estaban? ¿Y que mierdas tienes en el rostro? —Mike saludo a Brays y luego a mí, observaba a su amigo con preocupación.

—Después hablaremos, debo llevar a Alex con su padre —ambos se sorprendieron pero no hicieron preguntas, me despedí de ambos y seguí mi camino hacia la oficina del rector.

Cuando ya ibamos llegando fuimos interceptados por Dayana.

—Alex que bueno que te veo, tenemos que hablar —miro la mano de Brays entrelazada con la mía y luego sonrío falsamente.

—En otra ocasión —respondió Brays.

—Señor Lennox, déjenos a solas —sabia que Brays no obedecería, me miro de reojo esperando por mi respuesta.

—Esta bien, iré con usted pero Brays viene conmigo —pude ver el enojo de Dayana, actuaba de manera diferente pero solo asintio.

Fuimos a su oficina, ella ocupo lugar en su silla y me extendió un vaso con agua, iba tomarlo cuando Brays intervino.

—¿Que es? —pregunto seriamente, estaba a la defensiva, eso me hizo dudar.

—Es agua, la bebo siempre antes de una sesión —comenté mientras miraba las expresiones de Brays, pero su rostro estaba serio, solo miraba con cautela a Dayana.

Tomo el vaso y él fue quien bebió el agua, luego me miro y sonrío.

—Tomaste agua antes de venir aquí ¿Recuerdas? —eso era totalmente falso, aún así asentí.

Mire un poco impaciente a Dayana que no decía nada, su rostro también estaba muy serio.

—Entonces, ¿De que quería hablar conmigo? —pregunto un poco apurada, al menos me sentía un poco segura dentro de la facultad.

—No viniste ayer ¿Todo está bien? —sonaba realmente preocupada.

—Si todo bien, dejaré de venir un par de semanas —comente para no preocuparla tanto.

—¿Algo que deba saber? —se puso de pie y me miro directamente a mí.

—Nada que sea de su incumbencia —espetó Brays, aprete su mano con fuerza y sonreí apenada.

—Estare bien, ya debemos irnos —sali de allí con una sensación extraña en mi pecho, algo malo iba a suceder.

No seguimos hacia la oficina del rector, Brays nos desvío hacia la salida.

—¿No íbamos a darme de baja? ¿Que sucede Brays? —mi respiración era agitada, caminábamos demasiado rápido.

—No confío en ella, y ya ha no hay tiempo —dijo sacando su móvil del bolsillo, marco y se lo llevó a la oreja.

Estábamos a punto de salir cuando mi mirada choco con la de aquel chico de ojos grises, estaba junto al auto de Brays. Retrocedí pero fue demasiado tarde, nos había visto.

—¡Corre! —ordeno Brays, mis piernas se volvieron pesadas y sentía que no podía correr.

Sentí el tirón de Brays al correr y reaccione pero para mí sorpresa se detiene de golpe. Varios hombres vestidos de negro venían del lado contrario, no se veían amigables, escuché a Brays maldecir. Un disparo sonó muy fuerte y ambos nos agachamos, el chico de ojos grises había disparado.

—Por allí —señale asustada las escaleras a la segunda planta, el intercambio de disparos comenzó y el bullicio de los estudiantes también.

Corrí asustada, no entendía que estaba pasando, sentía que estaba en una carrera constante luchando por sobrevivir, cierta parte de mí creía que todo estaría bien mientras Brays estuviera a mi lado. Entramos a la sala de biología, estábamos atrapados.

—Traigan a la chica —esa voz de acento extraño se me hizo conocida, mi cabeza empezó a doler y cai al suelo sintiéndome mareada.

—¡Alex! —exclamo Brays, me tomo entre sus brazos y me puso de pie nuevamente—. ¿Estas herida? —empezo a revisar mi cuerpo, el dolor de cabeza empezaba a disminuir.

—Estoy... estoy bien —las lágrimas se acumularon en mis ojos, no quería llorar, no era momento de hacerlo.

Cerro la puerta con seguro y rodó un gran escritorio bloqueando la entrada.

—Eso no hará mucho —su voz era calmada, pero veía la preocupación en sus ojos. Se asomó por la ventana y la abrió—. No hay otra opción —no quería creer que estaba proponiendo saltar.

—¿A que te refieres? —pregunte, la puerta fue empujada desde afuera con fuerza. Los disparos habían cesado.

—Te voy a bajar —me hizo señas para que me acercara pero yo tenia miedo—. ¡Rápido! No hay tiempo —sono alterado, me acerque aún dudando de hacerlo ¿Como demonios iba a bajarme?

Poso sus manos en mi cintura y me miro fijamente—. Escucha atenta, ves esa ventana de allí —señalo una ventana que estaba un poco más abajo que en la que estábamos—. Te bajaré hasta allí —solloce y negué repetidas veces.

—Tengo miedo —admití con lágrimas en mis ojos, paso sus pulgares por mis mejillas.

—No tengas miedo, no te voy a dejar caer —beso mis labios torpemente—. Ahora ve —al momento que saque mis piernas por la ventana la puerta se estremeció y el sonido de un disparo resono.

De mis labios salió un grito ahogado, sentí el leve empujón que Brays me dio y luego quedé colgando de su brazo—. Estas cerca, no te asustes, estira tu pie —por el balanceo de mi cuerpo, sentí mis manos resbalar y volví a gritar—. Tranquila, te tengo —no podía abrir mis ojos, sentía los latidos de mi corazón en los oídos, cuando mi pie toco el borde de la ventana los abrí—. Te voy a soltar —aviso Brays, lo hizo entonces el saco sus piernas pero al momento de saltar uno de los tipos rodeo su cuello volviendo a llevarlo hacia dentro.

—¡Brays! —grite desesperada, con cuidado abrí la ventana y entre a lo que parecía ser en salón de música, eche a correr pero mi cuerpo choco con uno más grande y cai al suelo. Mi sangre se heló al ver al chico de ojos grises frente a mí.

Hola que tal? Ya se, ya se, pido perdón por no actualizar, lo siento 🥺

Aquí hay un nuevo capítulo y cada vez estamos más cerca de la verdad 🤭
*Inserta grito de lectora loca *

No olviden comentar y votar, me ayudan mucho, besos,😘✨


ResilienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora