Capítulo 2

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Un día antes de entrar a la universidad

Ya ha pasado casi un mes, desde el día que fui a comer helado con Oliver, las semanas siguientes estuvimos más unidos, pues sabíamos que está sería una nueva etapa en nuestras vidas, para ser sincera no me gustó mucho la idea en un principió, pero tuve que convencerme a que eso sería lo mejor para ambos.

El último día que lo vi, —para ser más clara, el día de ayer— me puse muy triste, pues él no solo es mi novio, hemos sido amigos desde hace mucho, siempre hacíamos cosas juntos y el verlo partir me dolía en lo más profundo de mi corazón, al final se fue, pues él tenía un largo camino que recorrer y debía llegar antes, para instalarse con tiempo.

—¿Y ya estás instalado? —comenté mirando la pantalla del computador, pues ya tenía un día que lo vi marcharse—

—Si cariño, mi dormitorio está bien, es muy amplio —comentó—. Pero deberías ver las instalaciones, mi residencia es bonita, hay un chico que está en el mostrador, parece agradable

—¿Y tu compañero de cuarto?. ¿Es algún psicópata?

Negó divertido.

—Ya lo conocí, es muy divertido, creo que nos vamos a llevar muy bien y lo mejor es que tenemos la mayoría de las clases juntos.

—Me alegro mucho por ti, en serio, pero te extraño mucho y eso que apenas tiene dos días que te marchaste, ¿Ahora con quien saldré al parque todos los días?. —expliqué un poco triste—

—Podrás ir tu sola, o decirle a tu hermano que te acompañe —dijo tratando de darme ánimos—

—Sabes que me llevó excelentemente bien con él —dije en un tono sarcástico—. Creo que compraré un cachorro

—No, no, animales, no

—¿Por qué?

—No son de mi agrado

—Entonces no saldré y me quedaré sola en mi habitación —comenté viéndolo con una mala cara—

—Bueno, entonces es momento de que hagas amigas, cariño, trata de conocer nuevas personas, socializa más. La universidad es tu mejor momento para hacer buenas amigas

—Haré lo que pueda

—Solo elige bien a tus amistades

—Sabes que lo mío no es hablar mucho con las personas, trataré de hacer amigos, haré un esfuerzo para conseguirlo

—Cuándo te conocí, hablabas hasta por los codos, eras muy sociable y tu sonrisa ilumina a todos —comentó el aguantando, una risa burlona entre sus labios—

—Lo sé, pero... —suspiré— ese era otro momento en mi vida, y tú sabes mejor que nadie que cambié bastante

—Lo tengo muy claro, Lía, pero cariño, sabes que el alejarte de los demás no está bien, tú eras una persona que hablaba con todo el mundo, que sonreía siempre sin importar nada, dejabas que las cosas fueran a su tiempo, pero después de lo de... —suspiró— luego de lo que pasó cambiaste rotundamente, sabes que te apoyé cuándo pasó todo, luego me dijiste que querías cambiar y aunque me pareció algo muy loco, acepté tu decisión

—Lo sé, y te agradezco mucho el hecho de que aceptarás apoyarme cuándo decidí cambiar, jamás me dejaste sola a pesar de mis cambios, pero tu más que nadie sabe por todo lo que pasé, eso me hizo reaccionar —comenté y sentí que mi voz se empezaba a quebrar, siempre que hablo de este tema me pasa lo mismo—

—Te comprendo bonita, desde que te conocí supe que tú ibas a ser mi novia algún día, sabía que no iba a ser fácil conseguir eso, pero sabes que no me rindo tan fácil, pasaron muchos, pero, muchos años, al final de todo si conseguí que estuvieras conmigo, y haría hasta lo imposible por ti

Fuera de mi planWhere stories live. Discover now